Una terapia reduce con más rapidez la posibilidad de contagio del VIH por transmisión sexual

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Una pauta triple basada en un inhibidor de la integrasa disminuye la carga viral en semen de forma muy rápida, reduciendo el riesgo de transmisión.

La vía de transmisión sexual es el principal canal de contagio del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), con el que se infectaron más de dos millones de personas en 2015. El grupo de Infecciones respiratorias y en el huésped inmunodeprimido del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell), dirigidos por Daniel Podzamczer, ha evaluado la velocidad a la que un nuevo fármaco antirretroviral, dolutegravir, es capaz de reducir la carga viral en semen, considerada zona de reservorio del virus y donde el acceso para los fármacos es más difícil. Los resultados, publicados en la Journal of Infectious Diseases, ponen de manifiesto la capacidad potencial de estos nuevos tratamientos para disminuir las posibilidades de transmisión del virus por vía sexual.

Los tratamientos antirretrovirales actuales son capaces de disminuir la carga viral en sangre y hacerla indetectable en la mayoría de pacientes entre los seis y nueve meses de empezar el tratamiento, aunque se estima que del 5 al 25 por ciento de pacientes mantienen niveles detectables de virus en semen pasado este tiempo debido a varios factores no siempre conocidos. “Por ello, en el caso de las parejas serodiscordantes, en las que solo uno de los miembros es portador del virus, además del uso del preservativo se recomienda que la persona seronegativa también tome fármacos antirretrovirales de forma profiláctica mientras disminuye la carga viral de su pareja tanto en sangre como en reservorios”, comenta Podzamczer.

Sin embargo, existen nuevos medicamentos, conocidos como inhibidores de la integrasa, que actúan mucho más rápido. “En este estudio nos hemos centrado en evaluar la velocidad de caída de la carga viral en pacientes que reciben estos nuevos tratamientos, concretamente dolutegravir”, explica Arkaitz Imaz, primer autor del trabajo. “Hemos observado los niveles de virus en sangre y semen antes de empezar el tratamiento, a los 3 días, a los 7, a los 14, al cabo de un mes, a los tres meses, y a los seis meses. Sabemos que la caída de la carga viral es muy rápida en los primeros días/semanas, más lenta luego y finalmente se estabiliza. Adaptando un modelo matemático-estadístico complejo a nuestros datos y a las características de nuestros pacientes hemos conseguido obtener un modelo de cinética de caída de la carga viral específico para cada uno de los compartimentos, sangre y semen, con esta pauta de tratamiento”.

Los investigadores observaron que la velocidad de caída de la carga viral durante los primeros días es significativamente mayor en sangre que en semen, y se iguala en la segunda fase de caída. No obstante, a pesar de la diferencia de velocidades, la carga viral se hace indetectable más rápido en semen que en sangre debido a que los valores de base son muy superiores en el caso de la sangre, es decir, hay muchos más virus a eliminar. “Estos resultados sugieren la posibilidad de reducir el tiempo de profilaxis antirretroviral previa cuando se usan estos nuevos tratamientos”, apuntan los investigadores.

Por otro lado, el patrón de caída es mucho más homogéneo en sangre que en semen; esta heterogeneidad demuestra la naturaleza diferencial y más impredecible del semen como reservorio del virus. En ese sentido, es interesante destacar que no hay una correlación clara entre la concentración de fármaco en semen y la disminución de la carga viral: “La concentración de dolutegravir que se alcanza en semen es más que suficiente para asegurar la caída de la carga viral en este reservorio”, aclara Podzamczer, “ya que a pesar de que llega al semen solo un 7-8 por ciento del fármaco presente en sangre, la proporción de fármaco activo es muy superior a la que observamos en sangre. Este era un dato que desconocíamos hasta ahora”.

Los inhibidores de la integrasa se recomiendan en todas las guías clínicas como primera línea de tratamiento a día de hoy. “Nuestro estudio refuerza esta decisión, especialmente teniendo en cuenta el panorama actual en lo que a transmisión del VIH se refiere. Si reducimos el tiempo de caída de la carga viral de forma más rápida disminuimos de forma evidente la posibilidad de transmisión, especialmente en colectivos de riesgo”, argumenta Imaz. En el editorial que la Journal of Infectious Diseases dedica al artículo, se apunta la necesidad de replicar este estudio con otros nuevos fármacos actualmente en desarrollo, concretamente los antiretrovirales de larga duración, para evaluar el potencial de estas nuevas terapias en cuanto a su actividad este reservorio viral.

El trabajo ha sido realizado en colaboración con Jordi Niubó, miembro también del grupo de Infecciones respiratorias y en el huésped inmunodeprimido del Idibell y con los grupos de investigación de Angela D Kashuba, del Centro de Investigación en SIDA de la Universidad de North Carolina y Javier Martínez-Picado, del Instituto de Investigación del SIDA IrsiCaixa.
Noviembre 29/2016 (diariomedico.com) Fuente: Noticias De Salud Al Día