La ciencia de la Genética se originó formalmente en 1900, cuando fueron redescubiertas las leyes de Mendel por los biólogos De Vries, Correns y Tschermak. Su desarrollo progresivo a lo largo del siglo XX ha culminado en esta última década con su predominio en las ciencias naturales, impulsando el desarrollo de las biotecnologías genéticas en las áreas de la Agronomía, Botánica, Zoología, Veterinaria y Medicina. Al cumplir este año un siglo de vida, la ciencia más destacada del siglo XX bien merece un reconocimiento, con un momento de reflexión y de retrospección para permitir un análisis histórico de su fabuloso desarrollo y éxito en nuestro continente.
La comunidad científica de América Latina, formada en el siglo XIX bajo la influencia europea en la época del positivismo (1848-1914), también participó en la época clásica en la recepción de las nuevas teorías genéticas. En las universidades y centros agronómicos, veterinarios y hospitales, algunos pioneros comenzaron a aplicar estas teorías y enseñaron las nuevas técnicas.
En el área de la genética humana y médica, los pioneros realizaron importantes descubrimientos genéticos en sus poblaciones. En ciencias básicas, en 1934, Sáez inventó el cultivo de médula ósea para uso en citogenética. En 1945, MA Etcheverry descubrió la alta frecuencia del Rh negativo en la población vasca, gran marcador genético de la invasión europea a América; Layrisse descubrió en 1955 el grupo sanguíneo Diego, autóctono precolombino; Drets, en 1971, fue uno de los inventores del bandeo cromosómico; y Benacerraf obtuvo el Premio Nobel de 1980 por sus trabajos en el control génico de las inmunoglobulinas, junto a Jean Dausset y Snell3,9,10.
En los estudios de hematología genética, los pioneros identificaron todas las hemoglobinas anormales, talasemias y metahemoglobinas precolombinas, además de las variantes enzimáticas en la G-6-PD y las inmunoglobulinas. En México fueron descubiertas en nativos aborígenes las hemoglobinas Hbj México, Chiapas y Río Grande; en Cuba las Hbj Habana, Camagüey y Guantánamo; en Venezuela la Hbm Alamo; en Colombia las Hb Medellín y Colombia (iwate); en Brasil se detectó la Hb Porto Alegre.
Este espacio recoge información del desarrollo histórico de la genética y de la especialidad clínica en particular.