Vivió aquejado de una gravísima enfermedad ósea de causa genética llamada osteogénesis imperfecta, por lo que apenas llegaba al metro de altura, pero esto no fue obstáculo para que se dedicara desde la infancia de manera casi exclusiva al estudio del piano, lo que le permitió convertirse en uno de los pianistas de jazz de mayor renombre de todos los tiempos. Ver más…
En: Arte y Genética