En 2002, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) decide designar que el 12 de junio de cada año se celebre el Día Mundial contra el Trabajo Infantil.
Cientos de miles de niñas y niños realizan trabajos que los privan de la educación, la salud, el tiempo de ocio y las libertades elementales. De estos niños, más de la mitad están expuestos a las peores formas de trabajo infantil, como el trabajo realizado en entornos peligrosos, la esclavitud u otras formas de trabajo forzoso, actividades ilícitas como el tráfico de estupefacientes y la prostitución, así como la participación en conflictos armados.
Los niños cubanos, privilegiados por la revolución cubana, no tienen que enfrentar estos males que el mundo se une para combatir.