Vivió aquejado de una gravísima enfermedad ósea de causa genética llamada osteogénesis imperfecta, por lo que apenas llegaba al metro de altura, pero esto no fue obstáculo para que se dedicara desde la infancia de manera casi exclusiva al estudio del piano, lo que le permitió convertirse en uno de los pianistas de jazz de mayor renombre de todos los tiempos.
Michel Petrucciani nació en Orange, Francia, el 28 de diciembre de 1962. Proveniente de una familia de músicos de origen ítalo-francés, estudió piano clásico desde niño, y a los 12 años actuó por primera vez, acompañado por su padre Tony en la guitarra (quien era su profesor de piano) y su hermano Louis en el contrabajo.
No llegaba al metro de estatura, su cuerpo pequeño y con múltiples deformidades le dificultaba la ejecución del instrumento, pues aunque sus manos tenían un tamaño promedio, para alcanzar los pedales del piano tenía que utilizar artefactos especiales hechos para él. Petrucciani padecía de una forma severa de osteogénesis imperfecta, la “enfermedad de los huesos de cristal”.
Estudió piano clásico, pero su admiración por Duke Ellington lo llevó a decidirse por el jazz y se convirtió en uno de los pianistas de jazz de mayor renombre de todos los tiempos. Su estilo fluctuaba entre una atmósfera intimista y romántica y otra con un gran uso del ritmo que combinaba la sutileza del lirismo y la potencia de un ataque percusivo.
Desde los 17 años grabó su primer disco, formó parte de tríos, cuartetos, sextetos y grupos más extensos de jazz. Triunfó en Europa y luego en Estados Unidos, donde llegó a tocar con figuras legendarias como Dizzy Gillespie y Lee Konitz. Grabó numerosos discos y ofreció conciertos memorables en diversos países, siendo ampliamente ovacionado en cada una de sus presentaciones.
Michel Petrucciani muere el 5 de enero de 1999, a los 36 años, a causa de complicaciones respiratorias secundarias a la restricción torácica que le provocara su enfermedad ósea. Dejó un vacío dificilísimo de cubrir en el jazz europeo, y en el francés en particular. Reposa en el cementerio del Père Lachaise (en París) junto a la tumba de Chopin. Desde julio del 2003, existe en París una plaza Michel Petrucciani.
Sirva de pretexto la fecha del 6 de mayo, Día Mundial de la Osteogénesis Imperfecta, para recordar y homenajear a este pequeño gran hombre, que a pesar de su corta estatura y de su condición genética, entablaba “largos combates” con su piano de cola Steinway 10, uno de los más grandes y difíciles de dominar y siempre salía victorioso.
Este artículo ha sido escrito y enviado por la Dra Alina García García, especialista en Genética clínica del servicio de Genética del Hospital Pediátrico William Sooler, quien ha dedicado más de 10 años de su práctica profesional al trabajo y tratamiento de pacientes y familias que padecen esta condición genética.