En un tramo de 200 metros de una calle de La Habana viven 12 parejas de mellizos o “jimaguas,” como se les llama en Cuba, de las que siete son gemelos idénticos: una coincidencia que los vecinos atribuyen lo mismo al azar que al agua que beben o a las “energías” de su barrio. Las edades de estas parejas de hermanos van desde los tres hasta los 62 años. Aunque algunos en la zona intentan explicar la casualidad según factores genéticos, otros recuerdan que esas familias no están emparentadas y que, en definitiva, el asunto va más allá de los nacimientos.
Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), en los últimos cinco años la proporción de nacimientos de mellizos en Cuba oscila entre el 0,8 y 0,9 por ciento del total. El año pasado 1.170 niños de un total de 130.036 nacimientos fueron mellizos y su localización fue muy “aleatoria,” según dijo a Efe Enrique González, especialista de la ONE.
Fuente: Cubadebate
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