Durante décadas, el enfoque del manejo de pacientes en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) ha sido realizar una gran cantidad de intervenciones en pacientes críticos, muchas de las cuales se basan en el juicio clínico y la fisiopatología de las enfermedades.
Sin embargo, la evidencia de tales prácticas muchas veces no las respalda. Algunas de las intervenciones más comunes en la UCI pueden estar asociadas a malos resultados. Presentamos diez situaciones en las que hacer menos es mejor para el paciente crítico.
1. Sobrecarga de líquidos
La fluidoterapia intravenosa (IV) es el tratamiento principal para los pacientes con hipovolemia, comúnmente debido a la pérdida de sangre o deshidratación. Sin embargo, se ha demostrado que <50 % de los pacientes en la UCI pueden clasificarse como respondedores a los líquidos intravenosos.
La prescripción injustificada de líquidos por vía intravenosa puede ser desfavorable, ya que la sobrecarga de líquidos provoca daño endotelial con afectación directa del glucocálix, aumento de la permeabilidad vascular al espacio extracelular, aumento de la presión en los órganos encapsulados y edema multisistémico.
Los eventos adversos más frecuentemente relacionados con la sobrecarga de volumen son la lesión renal aguda (IRA), la estancia hospitalaria prolongada, el edema pulmonar, los derrames, el aumento de los días de ventilación mecánica invasiva (VMI) y la mayor mortalidad.
La red médica Intramed analiza el tema a partir de un estudio publicado en ICU Management & Practice, Volume 22 – Issue 1, 2022.
Vea el análisis completo y participe del debate en: Cuando hacer más puede ser peor. Intramed. Artículos – 17 enero 2023 (debe registrarse en el sitio web).
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