Al menos un billón de personas en el mundo tienen sobrepeso (índice de masa corporal mayor de 25 kg/m2) u obesas (índice de masa corporal mayor de 30 kg/m2). Las consecuencias adversas de la obesidad son significativas e incluyen incremento del riesgo de diabetes, enfermedad cardiovascular, apnea del sueño, osteoartritis y esteatosis hepática. La obesidad contribuye al 30% de todos los cánceres, particularmente el colorrectal, mama, útero, próstata y de páncreas.
Este exceso de riesgo de cáncer parece reflejar la disregulación inmune en obesidad.
Un paradigma emergente es que los disbalanes metabólicos ocasionan disbalances inmunes, y la obesidad contribuye a ambas enfermedades inflamatorias y cáncer.
La piel también está influenciada por la ganancia de peso, y la obesidad predispone a los individuos al desarrollo de varias condiciones dermatológicas. Estas incluyen estasis venosa, linfedema, incremento de los porcentajes de infección, ciertas enfermedades, como la psoriasis, y un incremento del riesgo de cáncer de piel.
Algunas de estas condiciones, como los acrocordones y las estrías, pueden ser problemas cosméticos. Otros, como el linfedema, celulitis recurrente, y pobre cicatrización de heridas, pueden tener un fuerte impacto en los pacientes. Como los porcentajes de obesidad aumentan, los dermatólogos observan estos problemas con mayor frecuencia.
Dres. Anne-Marie Tobin, Tomas Ahern, Sarah Rogers, Paul Collins, Donal O’Shea, y Brian Kirby.
Int J Dermatol. 2013 Aug; 52(8):927-32