Esta fue la conclusión de un estudio que buscó identificar si los ojos juegan un papel en la transmisión del SARS-CoV-2 (COVID-19). En modelos de ratón, la exposición intranasal provocó infiltración ocular, pero la exposición ocular no causó infección pulmonar relacionada con el SARS-CoV-2.
Sin embargo, la exposición intranasal provocó una respuesta inmunitaria en células retinianas murinas, y cuando el virus se introdujo en células epiteliales pigmentadas de la retina humana primarias in vivo, se descubrió que cruzaba la barrera hematorretiniana (BRB), se replicaba en estas células e inducía la muerte de la misma.
El investigador principal, el Dr. Pawan Kumar Singh, profesor asociado de oftalmología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Missouri, dijo que estos hallazgos revelan que «cuanto más tiempo permanecen los restos virales en el ojo, aumenta el riesgo de daño a la retina y a la función visual». Agregó que “a quienes hayan sido diagnosticados con COVID-19, les recomendamos consultar a su oftalmólogo para verificar si hay signos de cambios patológicos en la retina”.
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