Aunque la mayoría de personas saben que criar a los hijos es una tarea estresante y que priva del sueño, una nueva investigación sugiere que también podría reprogramar el sistema inmunitario. El estudio encontró que la crianza parece tener un efecto más significativo sobre el sistema inmunitario que la vacuna contra la influenza o la gastroenteritis, que también se conoce como gripe intestinal.
“Como mínimo, esto es algo que los que desean ser padres deben considerar: la privación del sueño, el estrés, las infecciones crónicas y todos los otros desafíos de la crianza que no solo nos encanecen el pelo, sino que tienen más efectos en nuestros cuerpos”, afirmó el colíder del estudio, el Dr. Adrian Liston, en un comunicado de prensa del Instituto Babraham, en Reino Unido.
“Creo que todo padre de un niño en edad preescolar o escolar puede apreciar el efecto que un hijo tiene sobre el sistema inmunitario”, añadió Liston, investigador del Instituto VIB en la Universidad Católica de Lovaina (KU), en Bélgica.
Para el estudio, los investigadores compararon los sistemas inmunitarios de 670 personas de 2 a 86 años de edad. Los investigadores también observaron el sexo y el peso de los participantes, para ayudarles a ver qué factores influían sobre el sistema inmunitario en las distintas personas.
Se monitorizaron los sistemas inmunitarios de los voluntarios del estudio durante tres años. En general, las personas pudieron mantener un sistema inmunitario estable, mostraron los hallazgos. Y eso se sostuvo incluso cuando habían sido expuestas a la vacuna contra la influenza estacional o a la gastroenteritis.
Esos hallazgos sugieren que el sistema inmunitario puede recuperarse después de verse obligado a actuar, explicaron los investigadores.
Pero el estudio reveló que la crianza tuvo el efecto más potente sobre el sistema inmunitario de las personas, más que ningún otro factor contribuyente.
Los que vivían con una pareja con la que criaban al hijo presentaban una reducción del 50 por ciento en la variación entre sus sistemas inmunitarios, en comparación con la población general, halló el estudio.
“Esta es la primera vez que alguien ha observado los perfiles inmunitarios de dos individuos no emparentados que están en una relación íntima”, señaló Liston.
“Dado que la crianza es uno de los desafíos ambientales más severos que alguien asume voluntariamente, tiene sentido que reprograme al sistema inmunitario de forma radical. Pero fue sorprendente que tener hijos fuera un desafío inmunitario mucho más potente que una gastroenteritis grave”, comentó Liston.
Además, los investigadores reportaron que la edad también parece afectar al sistema inmunitario.
“La diferencia entre los individuos es el aspecto de nuestros sistemas inmunitarios individuales”, señaló en el comunicado de prensa la colíder del estudio, la Dra. Michelle Linterman, investigadora del Instituto Babraham. “Sabemos que solo una pequeña parte de esto se debe a la genética. Nuestro estudio ha mostrado que la edad es una influencia importante en el aspecto que tiene nuestro sistema inmunitario, lo que probablemente sea uno de los motivos de que la respuesta a las vacunas de las personas mayores sea menor y de que tengan una resistencia más baja a la infección”.
Los hallazgos del estudio fueron publicados en la edición en línea del 15 de febrero de la revista Nature Immunology.
Febrero 22/ 2016 (HealthDay). Fuente: Noticias Al Día.
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