2016 Archivos

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Unos niveles altos de actividad física se vincularon a un riesgo más bajo de dos cánceres, diabetes, enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular (ACV).

Hacer mucho ejercicio podría reducir el riesgo de sufrir cinco enfermedades comunes, sugiere un nuevo informe.

Los investigadores analizaron 174 estudios publicados entre 1980 y 2016, y hallaron que las personas con unos niveles altos de actividad física semanal tenían un riesgo más bajo de cáncer de mama, de cáncer de colon, de diabetes, de enfermedad cardiaca y de accidente cerebrovascular (ACV).

Los investigadores usaron una fórmula llamada MET-minutos para estimar cuánta actividad ofrecía el mayor beneficio para la salud. El MET-minutos mide la cantidad de energía se quema durante la actividad física.

Los hallazgos del estudio mostraron que el mayor beneficio se obtenía con entre 3000 y 4000 MET-minutos por semana. Una persona podría llegar a 3000 MET-minutos si incluye la actividad en su rutina diaria: por ejemplo, 10 minutos subiendo las escaleras; 15 minutos pasando la aspiradora; 20 minutos trabajando en el jardín; 20 minutos corriendo, y 25 minutos caminando o andando en bicicleta.

“Con una población que envejece, y una cantidad en aumento de muertes por problemas cardiovasculares y diabetes desde 1990, se necesitan una atención mayor y más inversiones en las intervenciones para la promoción de la actividad física en el público general”, comentó Hmwe Kyu, la autora principal y profesora asistente del Instituto de Medidas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, en Seattle.

“Sería útil que se realizaran más estudios usando la cuantificación detallada de la actividad física total para encontrar un estimado más preciso de los diferentes niveles de actividad física”, concluyó el estudio.

El estudio aparece en la edición del 9 de agosto de la BMJ.

Los investigadores de la Universidad de Strathclyde en Escocia y del Instituto Internacional de Investigación en Prevención de Lyon, Francia, reaccionaron a los hallazgos en un editorial que acompañó al estudio.

El editorial indicó que aunque el estudio reúne distintos datos sobre el ejercicio y la prevención de enfermedades, “no puede decirnos si las reducciones del riesgo serían distintas con una actividad física intensa de corta duración o con una actividad física ligera de mayor duración”.

El editorial dijo que los estudios futuros “deben agilizar sus mediciones y sus reportes para que haya verdaderos avances en el conocimiento”.
Agosto 15/2016 (HealthDay News) Fuente: Noticias de Salud Al día

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Un trabajo de investigadores de la Universidad del País Vasco propone un novedoso método de clasificación de calidad embrionaria, que se publica en Statistical Methods in Medical Research.

Investigadores de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Universitario Donostia de Osakidetza (BioDonostia) y del grupo de Sistemas Inteligentes de la Facultad de Informática de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) acaban de publicar un trabajo de investigación sobre asistencia a la selección de embriones, que propone “un novedoso método que asigna probabilidad respecto a la calidad embrionaria”.

Hasta ahora “los ciclos en los cuales algunos, pero no todos, de los embriones transferidos se implantaron con éxito eran descartados para el aprendizaje de los modelos predictivos, debido a que no es posible identificar cuáles fueron los embriones implantados con éxito y cuáles no”, han indicado los investigadores.

Según han explicado, el método actualmente utilizado para la clasificación de la calidad embrionaria se basa en un conjunto de reglas regularmente actualizado por la Asociación para el Estudio de la Biología de la Reproducción (Asebir). Teniendo en cuenta diferentes características morfológicas de los embriones, se asigna a cada uno una categoría entre cuatro valores posibles, ordenados de mayor a menor calidad embrionaria.

El método propuesto “devuelve una probabilidad, un valor entre 0 y 1, asignando mayor probabilidad a los embriones de mayor calidad embrionaria”. En comparación con el método Asebir, la respuesta de la nueva técnica es “de grano más fino” y podría ser igualmente usada para decidir qué embriones se transfieren, han señalado sus responsables.
De acuerdo con los resultados del estudio publicado, no todos los embriones de una misma categoría Asebir conllevarían una misma calidad embrionaria.

“Se ha podido comprobar, sobre ciclos de reproducción ya finalizados, que mientras el método de Asebir y el propuesto coincidían en la predicción de los embriones de calidad alta y baja, existían notables diferencias con los embriones de calidades intermedias”, han apuntado los investigadores.

El trabajo forma parte de la tesis doctoral Contributions to learning Bayesian network models from weakly supervised data, recientemente defendida por Jerónimo Hernández, bajo la dirección de Iñaki Inza y José Antonio Lozano, profesores del Departamento Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la Facultad de Informática de la UPV/EHU
Agosto 14/2016 (Diario Médico) Fuente: Noticias de Salud Al Día

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Según un estudio realizado por el Hospital Cedars-Sinai de California (Estados Unidos), las diferencias cromosómicas y hormonales entre hombres y mujeres pueden modificar el efecto de los fármacos.

El Hospital Cedars-Sinai de California (Estados Unidos) ha publicado un estudio en Cell Metabolismsobre las diferencias cromosómicas y hormonales entre hombres y mujeres que pueden modificar el efecto de los fármacos. “Las mujeres suelen ser excluidas de los ensayos clínicos bajo la premisa de que los medicamentos son igual de eficaces en ambos sexos”, han señalado responsables del área de Ciencias Biomédicas.

“Cuando el médico receta un medicamento, lo más probable es que no haya sido probado en mujeres. Lo ideal sería que hubiera fármacos diseñados en función de cada persona”, ha destacado la profesora del Hospital Cedars-Sinai, Deborah J.Clegg. Además, para la experta, son escasas las investigaciones que examinan si los fármacos se comportan de manera diferente en presencia de los cromosomas XX en lugar de los XY ya que “casi toda la investigación básica (que implica a roedores, perros o humanos) se realiza en machos”.

Las alteraciones de las hormonas asociadas al ciclo menstrual, como los estrógenos y la progesterona, pueden modificar los resultados de las investigaciones en animales. “No se tiene en cuenta que estas hormonas están implicadas en todos los procesos biológicos como la sensibilidad a los ácidos grasos o la capacidad para metabolizar azúcares”, ha explicado Clegg. “Muchos investigadores no saben cómo incluir las diferencias sexuales en sus ensayos”, ha protestado Clegg, quien considera esencial entender el papel que juegan las hormonas y los cromosomas en el desarrollo de enfermedades.

Este estudio también ha puesto el foco de atención en la comunidad transexual. En este sentido, “la demostración científica revela que las mujeres tienen menos riesgo frente a enfermedades cardiovasculares pero no está claro el nivel de peligro de una mujer transexual ya que tiene presencia de cromosomas masculinos y femeninos”, ha concluido.
Agosto 14/2016 (Diario Médico) Fuente: Noticias de Salud Al Día

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La cantidad de grasa en la dieta de una mujer embarazada podría influir en la mezcla de microbios del intestino de su bebé, sugiere un nuevo estudio.

La comunidad de microbios intestinales (conocida como el microbioma) puede afectar el desarrollo del sistema inmunitario de un bebé y la capacidad de extraer energía de los alimentos, apuntaron los investigadores.

El estudio incluyó a más de 150 mujeres que proveyeron un registro de sus hábitos de alimentación durante el embarazo. La cantidad de grasa en la dieta varió entre un 14 y un 55 por ciento, con un promedio del 33 por ciento. El Instituto Nacional de Medicina de Estados Unidos recomienda entre un 20 y un 35 por ciento.

Los microbiomas intestinales de los bebés nacidos de madres que comieron una dieta rica en grasa en el embarazo eran distintos que los de los bebés cuyas madres no comieron ese tipo de dieta.

Específicamente, los bebés cuyas madres comieron una dieta rica en grasa tenían menos microbios bacteroides en los intestinos, tanto al nacer como varias semanas más tarde. Tener menos bacteroides puede afectar al desarrollo del sistema inmunitario y la extracción de la energía de los alimentos, según los autores del estudio, que aparece en la edición del 8 de agosto de la revistaGenome Medicine.

“Nos sorprendió cuando observamos la asociación entre menos bacteroides y una dieta materna rica en grasa en el embarazo”, apuntó la autora principal del estudio, la Dra. Kjersti Aagaard, profesora asociada de obstetricia y ginecología del Colegio de Medicina Baylor y del Hospital Pediátrico de Texas, en Houston.

Aunque los hallazgos no establecieron que hubiera causalidad, se necesitan más estudios para mostrar si los cambios en las dietas de las mujeres conllevan unos beneficios inmediatos y a plazo más largo para los bebés, añadió Aagaard en un comunicado de prensa del colegio.

“La dieta es muy abierta al cambio, y las mujeres están muy motivadas para hacer cambios saludables durante el embarazo”, señaló. “Tradicionalmente, las intervenciones dietéticas durante el embarazo se han enfocado en los micronutrientes, como el hierro y el ácido fólico. Especulamos que podría haber un argumento sólido para también discutir y calcular la ingesta de grasa”.
Agosto 15/2016 (HealthDay News) Fuente: Noticias de Salud Al Día

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Buenos hábitos alimenticios y la activación física son indispensables para prevenir la aparición del síndrome de ovario poliquístico, dijo la coordinadora de Infertilidad del Instituto Nacional de Perinatología, Patricia Aguayo González.

Explicó que esa enfermedad puede también causar irregularidades en la menstruación, escasez o ausencia de este proceso fisiológico (oligo-anovulación), aumento de hormonas sexuales masculinas (hiperandrogenismo) e infertilidad.

Además, al no ser tratada a tiempo, ocasiona resistencia a la insulina, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares y hay más riesgo de padecer cáncer de endometrio, que es la membrana mucosa que cubre la cavidad del útero.

Las mujeres que sufren del síndrome de ovario poliquístico son más propensas a de desarrollar diabetes mellitus tipo II, colesterol y triglicéridos (dislipidemias), advirtió.

En México, indicó, entre cinco y 10 por ciento de la población femenina en edad reproductiva presenta ese problema de salud, y es más visible en quienes tienen sobrepeso u obesidad.

Para detectar la enfermedad, abundó, es necesario que las mujeres en edad reproductiva acudan con un especialista en caso de presentar signos característicos del síndrome de ovario poliquístico.

Precisó que entre los síntomas están alteraciones en la menstruación, acné e hirsutismo, es decir, crecimiento de vello en áreas andrógeno-dependientes como mentón, hombros, espalda, cara, pecho, glúteos y muslos, entre otros.

Refirió que el tratamiento consiste en intervenciones farmacológicas como la ingesta de anticonceptivos orales para regular los niveles de andrógenos, estrógenos, las menstruaciones y algunos reducen el acné y el hirsutismo.

Aguayo González exhortó a los padres de familia a vigilar los síntomas de alerta en sus hijas y fomentar la activación física y una sana alimentación.

Agosto 14/ 2016 (Notimex).- Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2016. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. Fuente: Noticias de Salud Al Día

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Los hijos de madres que tuvieron diabetes gestacional tendrían mayor riesgo de obesidad infantil, según una investigación realizada por el Centro de Investigación Biomédica Pennington, en Baton Rouge (Estados Unidos).

Una investigación que publica Diabetologia, la revista de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), sugiere un riesgo elevado de obesidad entre los 9 y los 11 años cuando la madre tuvo diabetes gestacional. El estudio lo lidera Gang Hu, del Centro de Investigación Biomédica Pennington, en Baton Rouge (Estados Unidos).

Este nuevo análisis está basado en el Estudio Internacional sobre Obesidad Infantil, Estilo de Vida y Entorno (ISCOLE). Aunque incluye a 7372 niños, tras excluir a los niños con datos incompletos, solo se estudiaron a 4740 de doce países: Australia, Brasil, Canadá, China, Colombia, Finlandia, India, Kenia, Portugal, Sudáfrica, Reino Unido y Estados Unidos.

Como referencia, la prevalencia de la diabetes gestacional se situaba en el 4,3 por ciento, y la prevalencia general de la obesidad infantil, de la obesidad central y del alto porcentaje de grasa corporal se encontraban en el 12,9, el 9,9 y el 8,1 por ciento, respectivamente. Los autores utilizaron el modelado computacional ajustado a varios factores (edad de la madre en el parto, educación, método de alimentación infantil, edad durante la gestación, número de hermanos menores, etc.).

El aumento de riesgo de obesidad en los hijos de madres con diabetes gestacional se situaba en el 53 por ciento para la obesidad, el 73 por ciento para la obesidad central, y el 42 por ciento para el porcentaje de grasa corporal elevado. La relación se mantuvo estadísticamente significativa para la obesidad central, pero no para la obesidad regular y el porcentaje de grasa corporal elevado.

Los autores declararon: “Los mecanismos por los que la exposición a la diabetes en el vientre materno incrementa el riesgo de obesidad en la descendencia no se comprenden por completo todavía. Esta exposición está asociada con un exceso de crecimiento del feto en el útero, posiblemente debido a un incremento en la masa grasa fetal y a alteraciones en sus niveles hormonales”.

“Nuestro estudio es el primero en evaluar la asociación entre la diabetes gestacional y la obesidad infantil utilizando unos datos tan amplios e internacionales. Hemos descubierto que la diabetes gestacional está asociada con un mayor riesgo de obesidad infantil entre los 9 y los 11 años en niños de 12 países, pero esta asociación no era completamente independiente del porcentaje de grasa corporal materno”, concluyeron.
Agosto 16/2016 (Diario Médico) Fuente: Noticias de Salud Al Día