octubre 2016 Archivos

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A veces cuando hablamos de vitaminas, tenemos en mente que es necesario tomar frutas y verduras para tener unos niveles aceptables y que quizás algunas personas abusen de los suplementos que, en la mayoría de los casos, son más contraproducentes que beneficiosos. Sin embargo, uno no imagina que un déficit de una vitamina, como la B12, pueda conducir a problemas como la demencia, un daño neurológico, anemia y otras complicaciones. Tampoco es fácil relacionar que estos problemas puedan tener su origen en fármacos tan conocidos como el omeprazol, muy utilizados para evitar múltiples problemas, sobre todo la irritación por reflujo gástrico o para la protección gástrica frente a medicamentos agresivos. Sin embargo, un estudio acaba de vincular la ingesta prolongada de este y otros medicamentos similares con una carencia de esa vitamina.

Si usted es de los que cumplen con las recomendaciones médicas, no debería asustarse. Porque los médicos suelen controlar este tipo de efectos al no prolongar excesivamente los tratamientos con inhibidores de la bomba de protones, que es el nombre técnico del omeprazol y otros protectores gástricos o antiulcerosos. Pero si es de aquellas personas que suelen pasar poco por la consulta médica y acuden con mucha más frecuencia a la farmacia para automedicarse, quizás debería prestar atención a este artículo.

Se estima que entre el 10 y el 15 % de los adultos mayores de 60 años tienen deficiencia de vitamina B12. Para su absorción desde la dieta (está presente sobre todo en productos de origen animal, como la carne), requiere del funcionamiento normal del estómago, páncreas e intestino delgado.

El ácido gástrico es clave, pues libera esta vitamina de los alimentos, permitiendo que se una a ciertas proteínas. Si el ácido del estómago se reduce, como ocurre cuando se toman estos fármacos, esa unión no se produce ni tampoco la absorción completa de la vitamina. Ese déficit prolongado, de no tratarse, derivará en múltiples problemas, como los mencionados.

Aunque investigaciones previas habían mostrado una relación entre la ingesta prolongada de estos fármacos y la deficiencia de vitamina B12, esos estudios eran pequeños y no se basaban en un análisis poblacional. Por este motivo, investigadores de la organización Kaiser Permanente, proveedora de servicios de salud en Estados Unidos, evaluaron esta relación en un gran grupo de población: 25.956 pacientes con un diagnóstico de déficit de esta vitamina fueron comparados con 184 1999 personas sin este trastorno entre 1997 y 2011. También se controló su exposición a fármacos antiulcerosos: inhibidores de la bomba de protones y antagonistas de los receptores H2 de la histamina, más conocidos por sus nombres comerciales y que engloban, en el primer caso, medicamentos como el omeprazol o el exomeprazol y, en el segundo, la ranitidina o la famotidina.

Tiempo y dosis
El análisis, publicado en la revista Journal of the American Medical Association, constata que las personas que tomaron diariamente un medicamento del grupo de omeprazol durante dos o más años tenían un 65 % más de probabilidades de tener niveles bajos de vitamina B12 que quienes no habían ingerido estos fármacos durante un periodo tan prolongado. También aquellos que se medicaron con productos del segundo grupo presentaban un riesgo un 25 % mayor de este déficit vitamínico. En cuanto a las dosis más peligrosas, se comprobó que tomar diariamente 1,5 comprimidos se asoció con un riesgo un 95 % superior a esta deficiencia en comparación cuando la ingesta diaria era inferior a 0,7 píldoras.

Como explica José Luis Llisterri, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), “este vínculo es algo conocido por los médicos.

El problema en España es la excesiva omepralización que hay. El omeprazol es el segundo principio activo más prescrito en nuestro país después del paracetamol y por encima del ibuprofeno. Se ha recetado como si fuera sal de frutas. Y no es un problema sólo del médico, como es de venta libre, se ha auto prescrito de una manera excesiva”.

La clave de este problema está seguramente en el éxito de este fármaco.

Su acción inhibe el contenido ácido del estómago que es el que genera las molestias en personas con hernia de hiato. “Los pacientes con esofagitis por reflujo gastroesofágico y los de esófago de Barrett requieren una inhibición crónica de la secreción ácida. Pero el mensaje que se traduce de este estudio es que si se prescribe una dosis alta de esta medicación porque hay mucho ardor, se debería bajar tan pronto como se pueda (por ejemplo de 40 miligramos a 20) y parar el tratamiento al cabo de un tiempo, por lo menos hacer descansos, ya que con esto se recupera la absorción de la vitamina B12″, apunta Llisterri.

Uso para protección gástrica
Por su parte, el presidente electo de la Sociedad Española de Patología Digestiva, Fernando Carballo, señala que la conclusión del estudio “es un hallazgo epidemiológico interesante, pero la consecuencia no es tanto que no se puedan usar estos fármacos, porque son extremadamente seguros, sino que hay que utilizarlos bien, es decir, cuando estén indicados. El problema es el sobreuso en pacientes poli medicalizados para la protección gástrica. Muchas veces no son necesarios. Sin embargo, es un tipo de fármacos muy recetado. La estimación es que alrededor del 10 % de la población toma estos medicamentos diariamente y probablemente están mal indicados en un tercio de los casos”.

Por otro lado, el presidente de Semergen también recomienda hacer mediciones periódicas de la vitamina B12 en aquellas personas que estén en tratamiento crónico con estos medicamentos. “Un análisis de sangre permite determinar los niveles. Y, si hay déficit, se puede administrar esta vitamina una vez al mes por vía intramuscular”.

Carballo insiste en que “el mensaje no es que sea un fármaco peligroso, ya sabíamos que puede interferir en la absorción de diversas sustancias. Este artículo plantea una evidencia epidemiológica con mínima importancia clínica hasta el momento”.

Por último, los expertos insisten en que no hay que confundir este tipo de fármacos con otros denominados genéricamente antiácidos, y que sirven para eliminar puntualmente la acidez tras una ingesta copiosa. “El más popular de estos es el bicarbonato sódico que por suerte se dejó de utilizar, ya que es un producto que neutraliza la secreción ácida pero cuando pasa su efecto se produce un efecto rebote, es decir, se genera más secreción ácida”, concluye Llisterri.

Otros factores que influyen en la vitamina B12
Los antiulcerosos no son los únicos factores que interfieren en la absorción de la vitamina B12. La metformina (un antidiabético oral), las hormonas tiroideas o algunos antihipertensivos también se vinculan con una mayor dificultad en la absorción de esta sustancia. Por otro lado, existen patologías que al afectar a la producción de ácido gástrico también inhiben la absorción vitamínica, entre otras se encuentran la gastritis crónica o la aclorhidria o hipoclorhidria -un estado en el que la producción de ácido gástrico es baja o inexistente-. También tratamientos quirúrgicos como la gastrectomía (eliminación quirúrgica y parcial del estómago) o el abuso de alcohol perjudican la absorción de esta vitamina.

Octubre 08/ 2016 (Mundo salud) Fuente: Noticias de Salud al Día

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Las autoridades sanitarias de Tailandia aprobaron recientemente el permiso de abortar a las embarazadas infectadas con el virus del Zika, en caso que el feto padezca malformaciones neonatales.

De acuerdo con médicos del Instituto Nacional para la Infancia Reina Sirikit, en el país se registran actualmente dos casos de bebés con microcefalia.

La legislación tailandesa considera el aborto un acto ilegal que se castiga con penas de cárcel.

Esa nueva reforma a causa de la epidemia de zika, determina que la interrupción del embarazo es permisible en las primeras 24 semanas de gestación.

Si la embarazada infectada supera ese plazo, los médicos decidirán el curso a seguir con la paciente en dependencia de las particularidades de su caso.

A finales de agosto un brote de zika afectó Singapur y se diseminó rápidamente en naciones vecinas como Malasia, Filipinas y Tailandia.

Ese virus recibe su nombre del bosque Zika, en Uganda, donde se detectó por primera vez en 1947 y se identificó al mosquito Aedes aegypti como el agente trasmisor por excelencia.

La enfermedad causa síntomas parecidos al dengue y acarrea artritis crónica y malformaciones fetales.

Octubre 07/ 2016 (PL).- Tomado del Boletín temático en Medicina. Prensa Latina. Copyright 2016. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.  Fuente: Noticias de Salud Al Día

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Timothy Brown fue el primer paciente curado de VIH tras un trasplante de médula ósea que recibió para tratar su leucemia. Conocido como el paciente de Berlín, este estadounidense ha sido un impulso para médicos de todo el mundo que han intentado replicar este logro en otras personas seropositivas.

De hecho, el año pasado por estas fechas se conocía el fracaso de una terapia similar en dos hombres de Boston. Obstáculo que no ha sido impedimento para que otro grupo, esta vez español, haya seguido intentando una estrategia parecida pero esta vez con un trasplante de células del cordón umbilical. El intento, aunque tiene un sabor agridulce, ha sido un éxito mundial ya que es la primera vez que se consigue eliminar el virus del sida con este trasplante.

La clave del éxito en el caso del paciente de Berlín y también con el paciente español está en los genes del donante. Cuando Timothy Brown desarrolló una leucemia en 2006, su hematólogo Gero Huetter seleccionó para su tratamiento -consistente en un trasplante de médula- a un donante cuyos genes tenían una mutación capaz de acabar con el VIH. La variante genética, conocida en términos médicos como mutación genética CCR5 Delta 32, presente en el 1% de la población confiere una protección natural contra el virus del sida. Tras el trasplante de médula, el virus desapareció de su organismo completamente.

Porque esta variante genética se encuentra en el gen CCR5 que produce una proteína del mismo nombre que es precisamente la ‘llave’ que utiliza el VIH para entrar en los linfocitos para infectarlos. A los pacientes, antes de recibir el trasplante de sangre de cordón o el de médula ósea, se les destruye con quimioterapia sus células sanguíneas (donde están las CCR5) y que están afectadas por el cáncer. Tras recibir bien el trasplante de médula o el de cordón se repuebla la sangre pero con células nuevas que incorporan la mutación, lo que conlleva que ya no puedan ser invadidas por el virus del sida porque no tiene esa proteína o llave de entrada.

El paciente de Barcelona, un varón de 37 años que se infectó en 2009 con el VIH y que en 2012 desarrolló un linfoma agresivo había recibido varios tratamientos antes de este trasplante. “Intentamos curarle de su linfoma con quimioterapia -recibió hasta cinco ciclos- pero no lo conseguimos. Después le realizamos un trasplante autólogo de células madre [un autotrasplante con su propia sangre tratada] pero no funcionó. Intentamos buscar donantes de médula ósea compatibles, pero no había. Así que finalmente le propusimos el trasplante de sangre de cordón pero de una unidad que presentara la mutación, porque sabíamos por el paciente de Berlín que además de curarle su cáncer podía erradicarle el VIH. Y el paciente aceptó porque conocía ese caso y entendía lo que podía suponer”.

De esta manera, al paciente se le infundió una unidad de sangre de cordón umbilical, con la mutación CCR5, que fue complementada con la infusión de células madre hematopoyéticas de un donante un 50 % compatible. “Este método, ideado por el Hospital Puerta de Hierro de Madrid, permite en un adulto que funcione un trasplante de sangre de cordón. Porque el problema habitual que hay con la sangre de cordón es que tiene poca cantidad de células, las que hay en el cordón en el momento del nacimiento, y eso a veces no es suficiente para trasplantar a un adulto (debido a la diferencia de tamaño y peso). En Puerta de Hierro se pensó que una opción viable sería complementar esa sangre con la donación de progenitores hematopoyéticos de un donante, que no requiere ser 100 % compatible”, explica Matesanz. “Esta es una buena forma de que el trasplante prenda bien y pronto y el paciente pueda marcharse pronto a casa”, añade Duarte.

A los 11 días, el paciente de Barcelona ya estaba recuperado y a los tres meses del trasplante, se comprobó que ya no tenía el VIH en su organismo. Se le hicieron múltiples pruebas para asegurar que el virus no estaba en ningún reservorio del organismo. De esta manera, analizaron su sangre, el líquido cefalorraquídeo y tejidos y no encontraron rastro del VIH. Pero los especialistas prefieren no hablar de ‘curación’ sino de “erradicación” del virus, ya que el enfermo murió poco tiempo después debido a la progresión del linfoma y no pudo hacerse el seguimiento adecuado.

Próximo ensayo
Aunque el ‘paciente de Barcelona’ falleció, hace ahora casi un año, su experiencia ha dado pie a un proyecto ambicioso, tal y como explicaron este jueves en rueda de prensa el director de la ONT, Rafael Matesanz, y el presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), José María Moraleda, Rafael Duarte, director del Programa de Trasplante Hematopoyético del Instituto Catalán de Oncología, Javier Martínez, virólogo de Irsicaixa, y Marta Torrabadella, del Banco de Sangre y Tejidos de Barcelona. España pondrá en marcha el primer ensayo clínico del mundo sobre el uso terapéutico de sangre de cordón umbilical en pacientes VIH positivo con cáncer hematológico.

Este ensayo comenzará a partir de marzo de 2015 y el objetivo es reclutar a unos cinco pacientes en un plazo de dos años para, posteriormente, realizarles un seguimiento durante al menos 12 meses. Los resultados obtenidos con el ‘paciente de Barcelona’ y el inicio de este ensayo “pretenden abrir una vía para investigar en la erradicación del VIH”, ha señalado Matesanz.

Pero, de momento, no se trata de una vía terapéutica para las personas con VIH, tal y como han insistido los especialistas. “Quiero dejar claro que la estrategia de trasplante de cordón umbilical no pretende curar el VIH sino una enfermedad hematológica grave en personas seropositivas, pero esta terapia también puede permitir especular con la posibilidad de curación [de la infección por el virus del sida]”, ha insistido el responsable de Irsicaixa.

Los expertos esperan que con esta técnica puedan beneficiarse dos o tres pacientes al año en España, si bien confían en que la cifra se vaya incrementando con el paso del tiempo y con la experiencia que se vaya adquiriendo y señalan que, en cualquier caso, “la importancia del estudio es más cualitativa que cuantitativa”.

Hay que esperar hasta la primavera de 2015 para iniciar el ensayo porque es esa fecha cuando se estima que estarán tipificadas todas las unidades de sangre de cordón que hay almacenadas en España. Es decir, se trata de buscar entre todas las unidades de cordón aquellas que tengan la mutación genética que beneficia a las personas con VIH.

España es el segundo país en el mundo, tan solo por detrás de Estados Unidos, con mayor número de unidades de sangre de cordón umbilical. En estos momentos, hay 60 000 unidades “de las que se calcula que 22 800 serán de muy buena calidad y candidatas a ser analizadas para saber si sus células presentan este patrón genético”, ha asegurado Torrabadella. “Pensamos que en torno a 250-300 unidades serán útiles para este proyecto”, afirma.

Cuando estén tipificadas estas 250 unidades “se quedarán reservadas. No estarán a disposición para un trasplante normal de sangre de cordón umbilical porque son verdaderas joyas terapéuticas. Y no estarán en exclusiva para los pacientes españoles pues si un país lo solicita y cumple las condiciones estipuladas por el comité de expertos [creado para evaluar caso por caso el uso de estas unidades] entonces se donará a ese país”.

Porque como ha insistido Moraleda, las unidades de sangre de cordón con esta mutación genética “son una nueva perspectiva para tratar a los pacientes”.

Octubre 08/2016 (Mundo salud) Fuente: Noticias de Salud Al Día

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La incidencia del cáncer de mama gestacional es “escasa” pero, en los últimos años, expertos han observado un aumento del número de casos asociados “probablemente” al retraso de la edad del primer embarazo, pasados los 30 años.

Así se desprende de un estudio del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (Geicam), presentado recientemente en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica en Copenhague, que concluye que la mitad de los tumores de mama gestacionales -en mujeres embarazadas o en el año posterior al embarazo- son tumores basales, los más agresivos y difíciles de tratar.

Esta afirmación del estudio, en el que han participado 70 pacientes, da pie, según los investigadores, a profundizar en las posibles causas por las que el embarazo en estas mujeres torna en una condición biológica óptima para el desarrollo de estos tumores.

El análisis de este trabajo se centra en la identificación de perfiles de expresión génica asociados específicamente al cáncer de mama gestacional, ya que para los investigadores el aumentar el conocimiento biológico y molecular de esta patología tiene un gran interés.

En declaraciones a Efe, el investigador principal del estudio, el oncólogo médico Juan de la Haba, explica que cualquier tejido humano está formado por células que alcanzan una maduración y es entonces cuando su ADN es “mucho más seguro y resistente” a daños que pueden ocasionar la aparición de un cáncer.

En el caso concreto del cáncer de mama, subraya De la Haba, quien es director de la Unidad de Mama e Investigación Clínica del Reina Sofía de Córdoba, las células de la glándula mamaria adquieren su maduración completa cuando este órgano desarrolla la función para la que está creado: la lactancia.

De hecho, recuerda que el embarazo previene el cáncer de mama si ocurre en edades tempranas mientras que el no tener hijos incrementa el riesgo de padecerlo.

Una glándula mamaria que llega a los 35 años sin haber cumplido su función, tienen las células inmaduras y, además, éstas han estado sometidas durante más tiempo a agentes exógenos, tal y como señala el experto.

“Cuando la mujer queda embarazada a partir de los 30 años, esas células aun no maduras, son sometidas a un estímulo proliferativo, es decir, del crecimiento de la mama y si hay daño a nivel celular, el embarazo puede actuar como estímulo a la proliferación de células que están dañadas”, abunda De la Haba.

Según cifras del Geicam, el cáncer de mama gestacional es una “situación clínica poco frecuente” que representa entre el 6 y el 15 % de los tumores de mama en pacientes que tienen entre 24 y 44 años.

Estos tumores también son difíciles de detectar puesto que, con la gestación, la mama sufre cambios con lo que si aparece algún bulto sospechoso por lo general se atribuye al propio embarazo.

Durante este periodo, hay opciones terapéuticas para luchar contra el cáncer de mama, así los investigadores afirman que tras el periodo crítico para el feto, que es el primer trimestre, se puede tratar.

En concreto, salvo la radioterapia, que en ocasiones puede causar un parto prematuro, y algunas quimioterapias, el resto de terapias y tratamientos se administran con normalidad sin incrementar de forma significativa el riesgo para el bebé, ni para la madre.

El siguiente paso del Geicam en esta materia será identificar una “firma genómica” asociada al cáncer de mama gestacional que pueda alertar antes de que la situación ocurra, principalmente en las mujeres que fueron diagnosticadas de este tumor y quieran tener hijos.

Octubre 07/ 2016 (NH) Fuente: Noticias de Salud Al Día

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La importancia de prevenir al feto de futuras enfermedades de la sangre, como la anemia, llevó a un equipo de científicos a profundizar en la incidencia de la vitamina D en desarrollo embrionario, se conoció recientemente.

Los investigadores del Instituto de Células Madre de la Universidad de Harvard, Estados Unidos analizaron el efecto de ese nutriente en la primera etapa de la vida, incluida la gestación, tanto en humanos como en peces cebra y ratones, publica la revista Cell Reports.

A propósito de ello, resultó de gran sorpresa cuando observamos que las células madre de esos seres vivos responden de forma positiva a la vitamina D, imprescindible para la absorción de calcio y magnesio, dijo la autora principal del trabajo, Trista North.

Sin embargo, los autores consideran necesarias nuevas investigaciones para calcular si los niveles de este nutriente también son efectivos sobre otros procesos elementales del desarrollo embrionario.

Un informe de la Biblioteca de Salud Reproductiva de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que actualmente la deficiencia o insuficiencia de vitamina D es una pandemia mundial que afecta a unos mil millones de personas, de diferentes etnias y edades.

La administración de ese suplemento reduce la incidencia y las consecuencias adversas de afecciones, como el cáncer, enfermedades cardiovasculares y trastornos autoinmunitarios como la diabetes, considera la OMS.

Asimismo, añade la agencia, otras dolencias como las infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores (tráquea, bronquio y bronquiolo), disminuyendo así la mortalidad por todas las causas.

Octubre 07/ 2016 (PL).- Tomado del Boletín temático en Medicina. Prensa Latina. Copyright 2016. Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A. Fuente: Noticias de Salud Al día

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Experimentar enfado, malestar emocional o hacer un esfuerzo físico pesado duplicaría el riesgo de infarto, y la combinación de estos factores triplicaría dicho riesgo, según una investigación que se publica en Circulation, la revista de la Asociación Americana del Corazón. Los hallazgos no niegan los beneficios de la actividad física adecuada y regular en la prevención de ataques cardiacos.

“Estudios anteriores han explorado estos desencadenantes de un ataque al corazón; pero tenían menor número de participantes o se completaron en un país, y los datos de muchas partes del mundo son limitados”, afirma Andrew Smyth, autor principal del estudio y miembro del Instituto de Investigación de la Salud de la Población en la Universidad McMaster en Canadá, y en el Centro de Investigación Clínica HRB en Galway, Irlanda. “Es el primer estudio que representa tantas regiones del mundo, incluyendo la mayoría de los principales grupos étnicos del mundo”.

Los investigadores analizaron los datos de 12 461 pacientes con una edad media de 58 años que participaron en InterHeart, un estudio de pacientes con ataques al corazón de 52 países.

Presión arterial

Los autores indican que estos detonantes parecían aumentar de forma independiente el riesgo de ataque cardiaco más allá de lo planteado por otros factores de riesgo, como la edad, el tabaquismo, la obesidad, la hipertensión arterial y otros problemas de salud. Smyth señala que se cree que los factores emocionales y físicos extremos tienen efectos similares en el organismo.

“La actividad física regular tiene muchos beneficios para la salud, incluyendo la prevención de enfermedades del corazón, por lo que queremos que esto continúe”, apunta. “Sin embargo, recomendamos que una persona que está enfadada o molesta que quiere hacer ejercicio para despejar la mente no vaya más allá de su rutina normal de actividad”, aconseja.

Una limitación del estudio fue que los participantes tenían que recordar sus desencadenantes y que, tras un ataque al corazón, una persona puede tender más a decir que experimentó un detonante más de lo que diría si no hubiera sufrido el infarto. Además, no se les dio a los participantes ninguna descripción exacta de qué era estar triste o padecer un trastorno emocional o realizar grandes esfuerzos físicos.

“Este gran estudio proporciona más evidencia de la relación fundamental entre la mente y el cuerpo”, afirma Barry J. Jacobs, doctor en Psicología, voluntario de la Asociación Americana del Corazón y director de Ciencias del Comportamiento en el Programa Crozer-Keystone de Medicina Familiar en Springfield, Pensilvania, Estados Unidos.

“El exceso de enfado, en condiciones inadecuadas, puede provocar un ataque al corazón. Todos deberíamos ejercitar la salud mental y evitar perder los estribos hasta los extremos. Las personas que están en riesgo de sufrir un ataque al corazón deberían hacer lo posible para evitar situaciones emocionales extremas”, insiste Jacobs, apuntando a prácticas como el apoyo mutuo y hablando con personas que estén en situaciones similares.

Octubre 11/ 2016 (Diario médico) Fuente: Noticias de Salud Al día