Un feto de 6 meses ingiere a diario 4 litros de líquido amniótico, que tiene un valor nutritivo equivalente a 100 gramos de leche.
• Técnica, porque emplean instrumental de manejo difícil y renovación continua.
• Biológica, porque les es indispensable un fondo de conocimientos fisiológicos, farma-cológicos y bioquímicos para la adecuada selección de los agentes y métodos anestési¬cos y para vigilar las consecuencias de sus actos…
Entonces miremos más allá del propio acto anestésico quirúrgico, y veamos al paciente en su antes, su transcurso y su después. En eso se basan nuestras decisiones anestésicas y estamos hablando del estrés psicológico, la recuperación postquirúrgica del paciente, su inmunidad, de recidivas tumorales, de calidad de vida. Hacia estos puntos deben estar encaminadas nuestras técnicas de anestesia, pues cada uno de nuestros procederes terapéuticos tiene una repercusión en la producción de los mismos.
La inmunidad del paciente oncológico se ha convertido en el centro de su evolución y se ve afectada por múltiples factores unos modificables y otros no, en los cuales podemos trabajar desde el momento en que el paciente cae en nuestras manos. (2)
– Una correcta preparación psicológica del paciente que comienza en nuestra consulta de anestesia y premedicación adecuada.
– La reducción del trauma quirúrgico mediante técnicas laparoscópicas siempre que sea posible.
– La utilización de técnicas anestésicas/analgésicas basadas en el uso de propofol, tramadol, AINE y anestesia regional con anestésicos locales y la consiguiente disminución del consumo perioperatorio de opiáceos.
– Disminuir el empleo de transfusiones evaluando preoperatoriamente la elevación preoperatoria de hemoglobina fundamentalmente con el uso de eritropoyetina, disminuir umbral transfusional y el sangrado quirúrgico con medidas farmacológicas, anestésicas y quirúrgicas, así como uso de la transfusión autóloga.
Si somos capaces de garantizar un acto anestésico exitoso hemos hecho bien, si somos capaces de contribuir a mejorar el pronóstico y la calidad de vida del paciente oncológico hemos hecho mejor, si aun así le brindamos nuestro conocimiento, nuestro ciencia, nuestro apoyo, nuestra mano en un momento difícil hemos dado lo mejor y mas humano de nosotros, hemos dado simplemente vida.
Bibliografía:
2. G. Sánchez-Pedrosa, I. Garutti, F.J.G. Moraga. H.D. Orozco. Diseminación tumoral perioperatoria. 1. Influencia de los factores perioperatorios. Rev Esp Anestesiol Reanim. 2012;59(5):259—66.
3. G. Sánchez-Pedrosa, I. Garutti, F.J.G. Moraga. H.D. Orozco. Diseminación tumoral perioperatoria. 2. Efectos de la anestesia y analgesia. Rev Esp Anestesiol Reanim. 2012; 59(5):267—75.
4. Dr. José Emilio Mille-Loera. La transfusión sanguínea como factor pronóstico en el paciente con cáncer. Rev Mex de Anestesiol Abril-Junio 2006; 29(1): 221-25.
A brief history of military anesthesia
Mary Ellen Condon-Rall
Anestesia regional en los escenarios bélicos como una alternativa de tratamiento
Victor José Vasallo Comendeiro.
The first administration of anesthesia in military surgery:
On occasion of the Mexican-American war.
J. Antonio Alderete, Manuel Marron, A.J. Wright.
Los aportes de las contiendas bélicas a la neurocirugía
José Humberto Mateos-Gómez
La Anestesiología en los sucesos bélicos
La anestesiología, especialidad médica en desarrollo constante, requiere para su administración habitual en los quirófanos monitorización básica y de normas de seguridad para el equipo de anestesiólogos y para los pacientes en tiempo de paz. El escenario bélico difiere de esta situación, por tanto múltiples artículos en la literatura actual recogen el actuar de los médicos y específicamente de los anestesiólogos en tiempo de guerra.
Repasemos brevemente algunos de los sucesos y las personalidades mas destacadas en el siglo XIX y XX a nivel mundial,para luego adentrarnos en como se administró anestesia en la lucha armada de nuestro país.
La historia de la primera anestesia en un conflicto bélico, tuvo lugar en nuestro continente específicamente durante la guerra entre México y los Estados Unidos en Veracruz en el mes de marzo de 1847, cuando contingentes de la marina norteamericana desembarcaron en el puerto de Jarocho, aclaración histórica indispensable pues se creía que había ocurrido en la Guerra de Crimea en 1854.
Dr. Carlos Vilaplana Santaló
Comentarios recientes