Para los médicos es muy difícil enfrentar la enfermedad en la condición de pacientes. El temor al dolor, al riesgo de la incapacidad o la muerte nos coloca en la misma situación de quienes se sientan frente a nosotros. Súbitamente nos convertimos en uno más de ellos, los pacientes, y nos cuesta aceptar el cambio de identidad profesional. Entre las profesiones, parece irónico que el financista quiebre, que el abogado sea enjuiciado o que el médico sea el paciente.
En este artículo se aborda algunos aspectos sobre la conducta de los médicos y los servicios de salud cuando se convierten en pacientes, tales como la resistencia para aceptar el cambio de rol, el burocratismo e ineficiencias de la atención sanitaria, el comportamiento de los médicos tratantes con el paciente médico, la relación médico-paciente después de la recuperación y la responsabilidad del médico en el autocuidado de su salud.
Los médicos y los profesionales de la salud constituyen el capital más valioso de las instituciones hospitalarias. El día a día con los pacientes los coloca en situaciones de riesgo para su salud, que deben prevenirse. Aunque gran parte de la vida de los médicos es absorbida por la labor sanitaria, es recomendable cultivar el arte de mantener el equilibrio del trabajo con otros aspectos importantes de la vida como la familia, los amigos, las aficiones y el descanso.
Vea el artículo completo:
Haga un comentario