Ago 1st, 2015 Archivos

Tabla de contenidos

Introducción

¿Conoce usted la definición de Otitis Media Aguda?

¿Conoce usted la incidencia mundial de la Otitis Media Aguda?

¿Conoce usted los factores de riesgo que inciden en la ocurrencia de la Otitis Media Aguda?

¿Conoce usted la fisiopatología de la Otitis Media Aguda?

¿Conoce usted la microbiología de la Otitis Media Aguda?

¿Conoce usted las manifestaciones clínicas de la Otitis Media Aguda?

¿Conoce usted el diagnóstico de la Otitis Media Aguda?

¿Conoce usted las complicaciones de la Otitis Media Aguda?

¿Conoce usted el tratamiento de la Otitis Media Aguda?

¿Conoce usted las medidas preventivas para evitar la Otitis Media Aguda?


Autor: Dr. Héctor Hernández Sánchez (Trabajo de revisión)

Introducción


oído medioLa otitis media aguda (OMA) es una afección común de la infancia, fuente de morbilidad significativa y una causa principal de la prescripción de antibióticos en la atención primaria de salud. Aunque están disponibles tratamientos eficaces, algunos no son del todo efectivos. Descubrimientos recientes dentro del campo de la investigación de la otitis media relacionada con su etiología y la patogénesis han resultado en el desarrollo de nuevos tratamientos. 1

Solo en los Estados Unidos de América ocurren más de 30 millones de consultas por otitis media al año, y se estima que esta patología representa el 18% de las consultas médicas en la edad preescolar. En Finlandia, cuya población es de aproximadamente 5 millones, el impacto económico de la otitis media aguda se estima en 138 millones de dólares por año, cifra que en Estados Unidos, supera los 2 billones de dólares. Además del impacto económico, la otitis media aguda puede producir complicaciones tan severas como meningitis, mastoiditis, trombosis del seno lateral, absceso cerebral, empiema subdural, pérdida de la audición y trastornos del habla. 2


¿Conoce usted la definición de Otitis Media Aguda?

Otitis media aguda: inflamación del oído medio asociada a signos y síntomas locales o sistémicos, secundaria a un proceso infeccioso en el oído medio producido por agentes virales o bacterianos. 2

Otras definiciones 3:

Otitis media aguda no complicada: OMA sin otorrea.

Otitis media aguda severa: OMA con la presencia de otalgia moderada a severa o fiebre de 39 °C o superior.

Otitis media aguda no severa: OMA con la presencia de otalgia moderada y fiebre por debajo de 39°C.

Otitis media aguda recurrente: 3 o más episodios separados de OMA bien documentados, en los 6 meses anteriores o 4 o más episodios en los 12 meses anteriores con al menos 1 episodio en los pasados 6 meses.

Otitis media aguda con efusión (OME): inflamación del oído medio con colección de liquido y ausencia de signos y síntomas de infección aguda.

Efusión de oído medio (EOM): liquido en el oído medio sin referencia a etiología, patogénesis, patología o duración.


¿Conoce usted la incidencia mundial de la Otitis Media Aguda?

La incidencia mundial de la otitis media aguda (nuevos episodios por 100 personas por año), acorde a los estimados de la Organización Mundial de la Salud se ubican alrededor de los 709 millones de casos (10.85% ), donde un 51% de estos ocurre en niños menores de 5 años de edad. Por regiones esta incidencia se ubica en rangos de 3.64 para Europa Central (40% de los casos ocurren en niños de 0-5); 43.36 y 43.37 en el este de África Sud-sahariana (56%) y central (58%). Otras áreas con baja incidencia son Asia Pacífico (3.75), Asia oriental (3.93), Europa Oriental (3.96) y Latinoamérica (4.25). La incidencia mundial promedio es más elevada en el grupo de 1-4 años de edad (60.99%) y en el primer año de vida (45.28%). Esta incidencia disminuye al mínimo de 1.49 en el grupo de 35-44 años de edad y se incrementa a 2.3% después de los 75 años de edad. 4


¿Conoce usted los factores de riesgo que inciden en la ocurrencia de la Otitis Media Aguda?

Se observa una mayor incidencia de OMA asociada a múltiples variables entre las que se destacan. 5

Factores ambientales: Los principales son el tabaquismo pasivo. Es común que no se interrogue sobre estos factores, pero lo más destacable es que pocas veces se toma una conducta activa para evitarlos. Cuando los convivientes no puedan dejar de fumar, se debe recomendar que fumen fuera de la casa, incluso cuando el niño no está presente, pues el humo persiste por varias horas y filtra por cualquier abertura mínima.

Otro factor ambiental que puede influir es el aire seco, que contribuye a disminuir la viscosidad del moco y por ende al aumento de la disfunción tubárica. Si existe calefacción, puede colocarse delante de la fuente de calor un toallón mojado en un recipiente, para mantener la humedad ambiente con la misma energía que produce el calor. Este método redunda en un ahorro económico y, además, está exento del peligro de accidentes por quemaduras, como podría ocurrir si se coloca un recipiente con agua.

Alimentación: Si existen antecedentes familiares de OMA (padres, hermanos), el pediatra puede utilizar este dato como un factor adicional para estimular el amamantamiento prolongado. En caso de alimentación con biberón se debe indicar que no es conveniente darlo en posición horizontal y recomendar que el biberón tenga una buena entrada de aire pues de lo contrario genera una presión negativa en la tetina que se transmite, a su vez, al oído medio cuando el niño succiona. Esta presión negativa en el oído favorece la instalación de una OMA u otitis media con efusión (OME). La presión positiva en la nasofaringe, por sonarse la nariz, llorar, deglutir con obstrucción nasal o zambullirse, favorece, junto con la presión negativa en el oído medio, la aspiración de gérmenes hacia éste.

El uso de biberón y del chupete aumenta la incidencia de OMA, sobre todo si el niño asiste al círculo infantil; por lo tanto, ante esta circunstancia, es recomendable suprimir ambos elementos, en especial, si el niño es mayor de 12 meses.

Desnutrición: Es común que los niños desnutridos, además de padecer OMA más frecuentemente, presenten una mayor incidencia de complicaciones. Por otra parte, dada la escasa respuesta inflamatoria de estos niños, los episodios suelen ser menos sintomáticos y con signos más imprecisos, ya que el tímpano puede no presentar cambios importantes en su color y brillo (aun sin OMA puede estar opaco), por lo cual el diagnóstico es más difícil.

Círculo infantil: La asistencia a este tipo de instituciones incrementa significativamente las infecciones virales de la vía aérea que son el paso previo a desarrollar una OMA. Por otra parte, también aumenta la colonización de bacterias de la vía aérea superior, sobre todo del neumococo resistente; esto debe ser especialmente tenido en cuenta al indicar el tratamiento de OMA.

Se ha observado que si el número de niños en la sala es de cinco o menos, los episodios de OMA no se incrementan en forma significativa.

Fisura palatina: Actualmente se acepta que la fisura del paladar no siempre provoca incremento de OMA o de OME como se afirmaba hasta hace unos años, pero es evidente que los niños fisurados presentan mayor incidencia de patología ótica. En todo niño con OMA recurrente es menester buscar siempre signos de fisura submucosa u oculta, pues es muy común que no tenga diagnóstico. La fisura abierta seguramente se diagnosticará en el período neonatal. Por lo tanto, recomendamos observar siempre la úvula y, en el caso de ser bífida, descartar fisura submucosa por rinofaringoscopía o por estudio de la deglución (casi todos los niños con fisura submucosa tienen incompetencia velofaríngea).

Factores socioeconómicos: Los niños de familias con bajo nivel socioeconómico, por el hacinamiento, la alimentación escasa e inadecuada, las inmunizaciones incompletas y otros factores, no sólo presentan mayor incidencia de OMA, sino también de otras enfermedades infectocontagiosas. Por su condición social, también tienen menos acceso a la consulta médica; por lo tanto, como la mayoría de las OMA curan espontáneamente, es común que estos niños no tengan un correcto diagnóstico y aparenten tener menos episodios que los que realmente padecieron. Muchas veces se contabilizan sólo los episodios con supuración, el único signo visible por los padres, y con frecuencia son tratados con medicaciones caseras que pueden ser nocivas para el oído medio. Por lo tanto, en estos niños, recomendamos aprovechar cualquier consulta, aunque no sea específicamente por problemas óticos, para realizar un buen examen del tímpano, en búsqueda de secuelas o patología ótica silenciosa, como la OME o la retracción timpánica.

Precocidad del primer episodio: Con un primer episodio de OMA antes del año de edad, y mucho más si se produce antes de los 6 meses, las probabilidades de OMA recurrente son mayores. Cabe señalar que la incidencia en recién nacidos probablemente sea mayor que la que se diagnostica. Como en este grupo etario todo caso febril se suele internar y tratar con antibióticos hasta tener los resultados de los cultivos, si existe una OMA no diagnosticada, el niño recibirá antimicrobianos durante unos cinco días, tiempo en el cual puede resolverse su OMA. La otoscopía en un recién nacido es muy dificultosa por las características del conducto auditivo externo, presencia de unto o secreciones y mayor oblicuidad del tímpano, por lo que es excepcional que se diagnostique OMA.

Factores inmunológicos: La hipogammaglobulinemia fisiológica de los lactantes es uno de los factores que influyen en la mayor incidencia de OMA en este grupo etario. Las inmunodeficiencias congénitas o adquiridas (quimioterapia, inmunosupresión por transplante, etc.) aumentan la incidencia y las complicaciones, pero también lo hacen otras patologías, como neumonía, meningitis, etc.; por lo tanto, las inmunodeficiencias se investigarán sólo en caso de que la recurrencia sea de OMA (complicada) y también de otras patologías.

Rinitis alérgica: La rinitis alérgica favorece la patología ótica, pero se suele observar en edades en que las otitis medias son poco frecuentes.

Síndrome de Down: Además de sus problemas inmunológicos, los niños con síndrome de Down presentan una alteración del macizo facial medio, lo que favorece las infecciones del oído. La mayor incidencia de OMA y OME puede producir hipoacusia, con lo que puede incrementarse su déficit cognitivo. Es por lo tanto necesario hacer con frecuencia un buen examen otoscópico a estos niños y evaluar su audición periódicamente.


¿Conoce usted la fisiopatología de la Otitis Media Aguda?

Existe acuerdo en que el principal factor etiopatogénico de la OMA es la disfunción tubárica, sugerida por Politzer en 1860 y ocasionada por una infección viral de la vía aérea superior. Esto provoca una presión negativa en el oído medio que favorece la aspiración de gérmenes de la nasofaringe y consecuentemente la infección bacteriana. 5

El oído medio es una cavidad entre el conducto auditivo externo y el oído interno. En condiciones basales, esta cavidad es estéril y mantiene presiones normales para la óptima conducción del sonido. Para esto, la trompa de eustaquio se desempeña como reguladora de la presión, al comunicar el oído medio con la nasofaringe, manteniendo así una adecuada ventilación. Este conducto actúa también como drenaje de secreciones del oído medio y su mucosa evita la llegada de agentes patógenos por la función de barrido. Las funciones normales del tubo se pueden alterar por una mala posición, por cambios de presión o por lesiones de su mucosa provocadas por factores externos, como la nicotina o las infecciones virales. Cuando el funcionamiento normal de la trompa de eustaquio se ve afectado por alguno de los mecanismos descritos, agentes bacterianos que residen habitualmente en la nasofaringe, pueden llegar hasta el oído medio induciendo un proceso inflamatorio mediado por las interleukinas 1,6,8 y factor de necrosis tumoral alfa. Este proceso se acentúa en presencia de proteínas bacterianas, como la autolisina y la pneumolisina del Streptococcus pneumoniae, o en el caso de infecciones por Haemophilus influenzae, en las que hay un aumento en la cantidad de receptores de interleukina 8, producido por la pared celular bacteriana. 2


¿Conoce usted la microbiología de la Otitis Media Aguda?

Debido a que la frecuencia y patrones de resistencia de las bacterias que producen otitis media varían en diferentes partes del mundo, es fundamental conocer el patrón microbiológico en cada región geográfica. Los agentes bacterianos que se aíslan con mayor frecuencia del oído medio de pacientes con otitis son Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae no tipificable, Moraxella catarrhalis, Streptococcus pyogenes y Staphylococcus aureus. 2

Antes de la introducción de la vacuna anti neumococcica heptavalente (PCV-7) la mayoría de los casos de otitis media bacteriana eran causados por neumococos, la posterior introducción de la vacuna antineumococcica tridecavalente (PCV-13) redujo potencialmente la incidencia de casos de otitis media aguda causados por serotipos de neumococos resistentes. 6


¿Conoce usted las manifestaciones clínicas de la Otitis Media Aguda?

La otitis media aguda generalmente afecta a niños menores de 2 años de edad, se presenta con síntomas y signos de otalgia, síntoma responsable de la mayor cantidad de diagnósticos erróneos de OMA. El niño puede manifestar «dolor de oído» por otras patologías que afecten los nervios glosofaríngeo, vago, auricular mayor u occipital menor. Otro síntoma es la fiebre de inicio agudo, aproximadamente el 50% de las OMA son afebriles; es rara la temperatura mayor a 40 ºC, salvo que haya bacteriemia o complicaciones. Como la infección del oído es precedida por un catarro viral, éste puede ser la causa de la elevación térmica y no la otitis; por lo tanto, la fiebre es poco específica para considerarla en el diagnóstico de OMA. Es una inflamación aguda, que puede ser causada por bacterias o virus. Un subtipo especial de otitis media aguda es la otitis media aguda supurada, caracterizada por la presencia de pus en el oído medio. Si el tímpano se perfora (esto ocurre en aproximadamente en el 5 % de los casos) también puede presentarse supuración; la perforación usualmente cura espontáneamente. La OMA es una de las enfermedades más comunes de la infancia; en la mayoría de los casos la enfermedad es autolimitada,  tiene una elevada morbilidad y tasas de mortalidad generalmente bajas. 1, 5


¿Conoce usted el diagnóstico de la Otitis Media Aguda?

La Guía para Diagnóstico y Tratamiento de la OMA, consensuada entre la Academia Estadounidense de Pediatría y la Academia Estadounidense de Medicina Familiar, con el aporte de expertos en otorrinolaringología, epidemiología y enfermedades infecciosas del 2004 indica que el diagnóstico de OMA requiere:

1. Comienzo de signos y síntomas de inflamación de oído medio, reciente y abrupto, con efusión en oído medio.

2. La efusión en oído medio es indicada por alguno de los siguientes signos:

a. abombamiento de la membrana timpánica,

b. disminución o ausencia de la movilidad timpánica,

c. nivel hidroaéreo detrás de la membrana timpánica,

d. otorrea.

3. Inflamación del oído medio indicada por alguno de los siguientes signos o síntomas:

a. claro eritema de la membrana timpánica,

b. otalgia (molestia claramente referible al (los) oído (s) que afecta la actividad normal o el sueño)».

Recientes revisiones de esta guía establecen nuevos criterios, entre los que se encuentran 6:

1. Demostración de abombamiento moderado a severo de la membrana timpánica u otorrea reciente no originada por otitis externa.

2. Demonstración de abombamiento moderado de la membrana timpánica con otalgia o enrojecimiento manifiesto de la membrana timpánica en las primeras 48 horas.

El examen de la membrana timpánica mediante otomicroscopía u otoscopia es la clave de un diagnóstico correcto. 6


¿Conoce usted las complicaciones de la Otitis Media Aguda?

La exclusión de complicaciones otológicas requiere la inspección y palpación de la mastoides, conjuntamente con la valoración de la función del nervio facial. En niños mayores, adolescentes y adultos se debe realizar examen audiológico (prueba de Weber/Rinne) para excluir compromiso del oído interno. 6

El uso extensivo de antibióticos a menudo enmascara los síntomas clínicos comprometiendo la diagnosis precisa, originando diagnósticos erróneos, que conducen a un retraso en el tratamiento y la intervención requerida. 7

Ante la sospecha de complicaciones otológicas se deben realizar los siguientes procederes diagnósticos 6:

• Detallado examen cocleovestibular

• Toma de muestra para cultivo

• MRI o Tomografía del cráneo y mastoides

• Exámenes de laboratorio.

Entre las principales complicaciones se pueden citar 4, 5, 7:

Extracraneales

Otitis media crónica supurada (OMCS): definida como una inflamación crónica del oído medio y las celdas mastoideas, con supuración recurrente a través de una perforación timpánica. importante causa de hipoacusia prevenible, particularmente en países en desarrollo, a la que se debe brindar especial atención, debido a que a largo plazo afecta precozmente la comunicación, el desarrollo cognitivo, psicosocial y el lenguaje, la audición y el progreso educacional.

Mastoiditis aguda: caracterizada por la inusual prominencia del pabellón auricular, aumento de volumen retroauricular con enrojecimiento y dolor al tacto, descenso de la pared posterosuperior del conducto auditivo externo, opacidad radiológica de las celdas mastoideas. Mastoiditis de Bezold (inflamación del musculo esternocleidomastoideo con tortículis).

Laberintitis: vértigo con nistagmos que bate inicialmente hacia el oído afectado y después hacia el otro lado, sordera progresiva.

Paralasis facial periférica: total o parcial.

Síndrome de Gradenigo: otorrea con compromiso del apex petroso del hueso temporal (muy raro), irritación del nervio trigémino con dolor retroacular intenso y parálisis del nervio oculomotor y abducen

Intracraneales

Trombosis del seno sigmoides: deterioro del estado general debido a bacteriemia y sepsis, aumento de volumen retroauricular de la piel sobre la vena emisaria de la mastoides (signo de Greisinger).

Absceso cerebral, epidural, subdural, extradural, lóbulo temporal, cerebelo, hidrocéfalo, meningitis: deterioro del estado general, cefalea, fiebre, rigidez de nuca, somnolencia, convulsiones. Síntomas inusuales – dramáticos en la fase final – puede ocurrir dolor agudo, rigidez de nuca, somnolencia, convulsiones, bradicardia, compresión del tallo cerebral por incremento de la presión intracraneal o compromiso del sistema ventricular (aunque son más comunes en la otitis media crónica y otitis media colesteatomatosa, deben ser consideradas en las OMA).


¿Conoce usted el tratamiento de la Otitis Media Aguda?

Médico

I. Analgésicos

Acetaminofen (paracetamol) e ibuprofeno son los analgésicos de elección en la OMA. No son recomendadas las gotas analgésicas.  6

II. Antibióticos

Considerar los siguientes aspectos para la indicación de antibióticos 6:

• Menores de 6 años.

• Menores de 2 años con OMA bilateral, aún en caso de otalgia moderada y fiebre menor de 39.0 °C .

• OMA con otalgia moderada a severa o fiebre de 39.0 °C o más.

• Otorrea purulenta persistente.

• Factores de riesgo (complicaciones otológicas, inmunodeficiencia, enfermedades crónicas subyacentes, síndrome de Down, paladar hendido, implante coclear, influenza)

• No posibilidad de seguimiento en los primeros 3 días.

1. Antibióticos de primera línea en la OMA.

a. De elección

• Amoxicillina 50 (–60) mg/kg peso/día, en 2 o 3 dosis.

b. Excepciones

• Tratamiento con amoxicillina  30 días previos, presencia de conjunctivitis purulenta acompañante, historia de episodios recurrentes de OMAque no responden a la amoxicillina, o suspecha de infección por patógenos ß-lactamasa–positiva: amoxicillina + ácido clavulanico (50 mg/kg peso/día amoxicillina + 12.5 mg/kg peso/día ácido clavulanico, en 2 o 3 dosis).

c. Alternativos

• Cefuroxima (30 mg/kg peso/día en 2 dosis).

• Cefpodoxima (5–12 mg/kg peso/día en 2 dosis).

• Ceftriaxona i.v. o i.m. (50 mg/kg peso/día en una dosis por 1 or 3 días).

d. En caso de reacción anafiláctica a la penicilina

• Eritromicina (30–50 mg/kg peso/día en 3 dosis).

• Claritromicina (15 mg/kg peso/día en 2 dosis).

• Azitromicina (10 mg/kg peso un día, 5 mg/kg por los siguientes 4 días, una dosis por día).

2. Segunda línea de antibióticos en la OMA

• Amoxicillina + ácido clavulanico (a menos que sea usada como primera línea de antibiótico) (dosis de 50 mg/kg peso/día amoxicillina + 12.5 mg/kg peso/día ácido clavulanico).

• Ceftriaxona i.v. o i.m. (50 mg/kg peso/día en una dosis por 3 días).

• Clindamicina (30–40 mg/kg peso/día en 3 dosis) + grupo-3 cefalosporinas.

Quirúrgico

Si falla el tratamiento escalonado con antibióticos y los síntomas no mejoran, está indicada la paracentesis y la toma de muestra de exudado para cultivo, con el objetivo de identificar el agente causal e indicar el antibiótico apropiado.

Las complicaciones de la OMA tales como la mastoiditis aguda, trombosis del seno sigmoides,  meningitis, laberintitis, parálisis facial, absceso cerebral y el síndrome de Gradenigo, generalmente necesitan intervención quirúrgica (mastoidectomía,  paracentesis e inserción de tubos de ventilación) además del tratamiento antibiótico adecuado. 8 Otras medidas pueden ser necesarias en dependencia del estado de paciente.


¿Conoce usted las medidas preventivas para evitar la Otitis Media Aguda?

Las siguientes medidas pueden reducir el riesgo de OMA 6, 9:

• Lactancia materna los primeros 6 meses de vida.

• Evitar la exposición al humo de tabaco .

• Adecuada vacunación contra el neumococo y la influenza.

• Evitar el uso de biberón.

• Reducción del índice de infecciones del tracto respiratorio superior  disminuyendo la cantidad de niños en las salas de los círculos infantiles.

• Uso de xilitol varias veces al día durante la temporada del año donde predominan los resfriados.

• Inserción de tubos de ventilación en combinación con adenoidectomía si es requerido.

Referencias bibliográficas

1. Qureishi A, Lee Y, Belfield K, Birchall J.P, Daniel M. Update on otitis media – prevention and treatment. Infect Drug Resist. 2014; 7: 15–24.

2. Sierra F.H, Schultz F.M, Loaiza M.C, Arguedas M.A. Otitis media: conceptos actuales. Acta Méd. Costarric. 2004; 46(3)

3. Lieberthal A.S, Carroll A.E, Chonmaitree T and et al. The Diagnosis and Management of Acute Otitis Media. Pediatrics. 2013; 131(3)

4. Monasta  L, Ronfani L, Marchetti F et al. Burden of Disease Caused by Otitis Media: Systematic Review and Global Estimates. PLoS One. 2012; 7(4): e36226

5. Cervio R.E, Maccarone H.E. Otitis media aguda: algunos aspectos de su diagnóstico y tratamiento. Arch. Argent. Pediatr. 2007; 105(1)

6 . Thomas J.P, Berner R,  Zahnert T, Dazert S. Acute Otitis Media-a Structured Approach Dtsch Arztebl Int. 2014 Feb; 111(9): 151–160

7. Wu J.F, Jin Z, Yang J.M et al. Extracranial and intracranial complications of otitis media: 22-year clinical experience and analysis. Acta Oto-Laryngologica, 2012; 132: 261–265

8. Rosenfeld R.M, Schwartz S.R, Pynnonen M.A. Clinical Practice Guideline: Tympanostomy Tubes in Children. Otolaryngology – Head and Neck Surgery. 2013; 149: S1

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laringoscopia-indEl empleo del espejo laríngeo comienza con la idea de Manuel V. García, profesor de música español, quien usando un espejillo dental, un espejo manual y la luz del sol, logró por primera vez observar el movimiento de las cuerdas vocales en el año 1854.

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