Fallece el profesor Urbano Rodríguez de Paz

Dr. Urbano Rodríguez de Paz (1939-2020)

FUENTE: SOCIEDAD CUBANA DE OFTALMOLOGÍA

Aceptar la muerte, sobre todo de un ser querido es un proceso difícil, pero tomarte tiempo para escribir los recuerdos que atesoramos de esa persona, nos permite honrar su vida.

El 21 de agosto de 2020, a las 6.15 am en España, a pesar de su ferviente deseo que fuera en Cuba, falleció el Dr. Urbano Rodríguez de Paz, a la edad de 81 años, Profesor Consultante de Oftalmología, miembro y fundador del servicio de Córnea del ICO Ramón Pando Ferrer, luego de una larga lucha contra el cáncer.

Nació el 25 de mayo del año 1939, en Chambas, Ciego de Ávila. Entre sus muchos méritos, podemos mencionar su participación como maestro voluntario, Jefe de servicio de Oftalmología del Hospital General Calixto García, cumplió misión internacionalista en Argelia, Trinidad y Tobago, en Perú trabajó para desarrollar el Instituto de Oftalmología, iniciador de la escleroqueratoplastia, de los trasplantes de córnea, de limbo y conjuntiva.

Nos quedará el recuerdo de alguien que contribuyó a la vida de tantas personas de muchas maneras. Fue guía y ejemplo de todos los corneólogos de Cuba. Gran hombre, profesional, padre y esposo.

Al decir de sus alumnos, el Profe Urbano fue una persona llena de energía, siempre ávido de conocimientos y de superación. Impactó de manera significativa en la formación de innumerables especialistas de Córnea en toda Cuba. Hombre luchador, entregado y deseoso de transmitir toda su experiencia, que no era poca, ¡a todos!, de una forma sencilla, entendible para especialistas, residentes, internos, e incluso personas que no tenían conocimientos de medicina, siempre presto a dar una opinión ante un caso complicado. Le agradecemos su participación en nuestra formación como especialistas y corneólogos. Precursor del autoinjerto conjuntival y del empleo de células límbicas, investigador fiel del endotelio corneal. Lleno de ideas sobre dispositivos para queratoplastias lamelares, técnicas quirúrgicas, que el tiempo y los insumos no le permitieron concluir. Quedará entre nosotros y lo recordaremos como el profe que tanto nos enseñó pero que también gustaba de reír y compartir.

Lo recordaremos siempre orgulloso de su Chambas natal, fiel seguidor del equipo de béisbol de Ciego de Ávila, su contraseña voy al baño, para salir en busca de su inseparable cigarro. Su amor por la Oftalmología y la córnea, contagiosos a tal punto, que su nieto que lo acompañaba a consulta, un día le pidió un sello similar al que usaba en su bata, pero que en lugar de Profesor Consultante dijera Nieto Consultante. Su primera frase en el Banco de Ojos: “no hay un buchito de café por ahí?”. Aquellos pases de visita en el segundo piso del edificio Pando, cuando en la segunda oficina hacia sus tomas de muestra de hipopión y la Dra. Escalona pedía que no le dijéramos que estaba haciendo el profe, por suerte aún no estaba nuestra epidemióloga Marlen en el hospital. Nunca faltó a una reunión de servicio, siempre pendiente de su día de consulta y cirugía, aún cuando no pudiera entrar de primero, a pesar de que su categoría de profesor consultante lo eximía de todo esto. Su disposición para la docencia en todo momento, incluso en plena cirugía. Tampoco olvidaremos aquella actividad del servicio, en que la secretaria Taylín pensando que el profe no podría seguirla bailando, se cansó primero que él. Mantendremos el hábito de dibujar el estado de las úlceras corneales o las heridas en las historias clínicas y en los métodos, de hacer esquemas en pequeños papeles para que, desde un médico, pasando por secretarias hasta un paciente pueda comprender la córnea.

Sus familiares, amigos y conocidos se sienten orgullosos de haberlo conocido. Gracias por la fortuna de compartir con Ud. parte de su tiempo, seguirás con nosotros en cada endotelio corneal, en cada injerto de limbo, en cada paciente en consulta de Córnea. Llegue a su esposa, hijos, nietos y demás familiares nuestro más sentido pésame por esta triste noticia. Sepan que aquí estamos para ustedes.