La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una enfermedad prevenible y tratable, que se caracteriza por síntomas respiratorios persistentes secundarios a la exposición crónica a partículas. Los pilares fundamentales son la enfermedad de la vía aérea y la destrucción del parénquima pulmonar. Los cambios no siempre ocurren simultáneamente y progresan a diferentes velocidades en cada individuo. Las imágenes diagnósticas pueden ser consideradas como parte del diagnóstico y la valoración de los pacientes con EPOC, teniendo en cuenta que la radiografía de tórax no es útil para su diagnóstico, pero facilita la exclusión de los diagnósticos diferenciales. Leer más…
. En: Radiología del Tórax.
La infección por nuevo coronavirus SARS-CoV-2, declarada pandemia por la Organización Mundial de la Salud el 11 de marzo de 2020,(1) ha causado un alto número de contagios y decesos desde su brote inicial en Wuhan, China. La enfermedad resultante de la infección, denominada COVID-19, se caracteriza por una insuficiencia respiratoria potencialmente mortal.
Las neumonías por virus son la causa principal de infecciones de las vías respiratorias en la comunidad y suelen remitir espontáneamente. Los coronavirus son una familia de virus que causan infección tanto a humanos como a muchos animales. El actual brote se debe a una nueva cepa del coronavirus denominada SARS-CoV-2, hasta ahora nunca antes descrita en humanos. La prueba diagnóstica de elección es la reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real. 
La TC de tórax para COVID-19 muestra opacidades en vidrio deslustrado de distribución bilateral y periférica, con predominio basal y/o consolidaciones en cerca del 85% de los pacientes con líneas o engrosamiento intersticial superpuesto al vidrio deslustrado. Tras esto, se desarrolla un patrón mixto con patrón en empedrado, distorsión arquitectural y anormalidades perilobares superpuestas al patrón en vidrio deslustrado. 









