2016 Archivos

Publicado: . En: Actualidad#

El mayor enemigo al que se enfrenta un país gigante como Brasil, del tamaño casi de un continente, mide entre 4 y 7 milímetros.  Se trata de un bicho que se reproduce en ciclos de siete a diez días y ataca siempre en la vigilia. El Aedes aegypti es uno de los tres mosquitos más peligrosos del mundo junto al mosquito tigre (Aedes albopictus) y el de la malaria (Anopheles gambiae); y el responsable de la transmisión de virus que afectan a millones de personas en todo el planeta: dengue, zika, chikungunya, fiebre amarilla e incluso virus del Nilo Occidental.

Procedente de África, donde fue clasificado hace más de tres siglos, su nombre se eligió a conciencia: en griego antiguo “aedes” significa desagradable, insoportable, insufrible; y su apellido “aegypti” indica que se identificó por primera vez en Egipto. Antes de saltar mundialmente a la fama por el zika, se le ha conocido como el mosquito de la fiebre amarilla, una enfermedad que mata a 44 000 personas cada año. El insecto parece estar genéticamente preparado para resistir los intentos de exterminarlo.

Su migración por el mundo puede haber tenido dos grandes aliados: los viajes globalizados y el calentamiento del planeta. “Este año, por las características del fenómeno de El Niño, se esperaba que las poblaciones de mosquitos se expandieran”, señaló Margaret Chan, directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS) al declarar el zika una emergencia internacional el 1 de febrero de 2016 por su posible relación con miles de casos de microcefalia en bebés.

“Sí, se cree que el cambio climático ha contribuido a la propagación de esta especie de regiones tropicales a otras más subtropicales, e incluso partes de Estados Unidos”, explica a Sinc el profesor Thomas Walker, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.

El mosquito es un viejo conocido en las Américas. En la guerra hispano-estadounidense de 1898 generó una epidemia de fiebre amarilla que mató más soldados que los que murieron por las armas y los cañonazos.

Considerado típico de zonas tropicales y subtropicales, el Aedes aegypti, de color negro con patas rayadas, posiblemente viajó a América por primera vez alrededor del año 1600 junto a los conquistadores españoles, escondido en los barriles de agua de los barcos que traían esclavos al nuevo continente.

“Hace entre 4 000 y 6 000 años evolucionó para vivir en hábitats humanos. Fue esta forma doméstica la que se introdujo en el Nuevo Mundo y más tarde, probablemente en 1890, llegó a Asia”, explica a Sinc Jeffrey Powell, profesor de Ecología y Biología evolutiva de la Universidad de Yale. Powell se declara un apasionado del Aedes aegypti, al que ha estudiado durante 50 años. “Parte de su adaptación fue tomar sangre para sus comidas de la fuente disponible más segura: tú o yo”, continúa.

Actúa con un sigilo supremo, sin zumbidos. No deja una gran picadura. Ataca a cualquier hora del día, aunque prefiere las primeras horas de la mañana o la tarde, y casi nunca por la noche, como sí hace el mosquito de la malaria. Solo la hembra se alimenta de los humanos, puesto que necesita nuestra sangre para desarrollar sus huevos, mientras que el mosquito macho prefiere el néctar de las plantas.

Los adultos viven entre cuatro y seis semanas. Succionan sangre cada tres o cuatro días y en su búsqueda pican a muchas personas, transmitiendo a su paso el virus. Cada mosquito hembra puede poner más de 400 huevos en cuatro ciclos reproductivos relativamente rápidos. De siete a diez días después habrá nacido un nuevo mosquito adulto que portará el virus de su progenitora.

Los huevos presentan una particularidad: son capaces de soportar largas temporadas de sequías durante más de un año, hasta que encuentran una pequeña cantidad de agua estancada en la que crecer y convertirse en larva, pupa y mosquito adulto de nuevo.

Vuela tan solo un rango de entre 200 y 400 metros, lo que condiciona todos sus hábitos de alimentación y reproducción y lo ha llevado a convertirse en un mosquito doméstico, urbano y de hábitos domiciliarios: vive cerca de las casas y se reproduce en cualquier pequeño lugar donde haya agua limpia estancada.

Contenedores de agua guardada para lavar o cocinar, maceteros, tuberías externas de aires acondicionados, restos de neumáticos y jardineras son algunos de los más frecuentes, pero se han documentado hasta 20.000 lugares donde el mosquito puede poner sus huevos y reproducirse, a veces en lugares minúsculos.

“Necesitan muy pocos nutrientes, un pequeño tapón de una bebida donde se acumuló un poco de agua es suficiente”, explica a Sinc Carolyn McBride, profesora asistente de Ecología y Biología de la evolución de la Universidad de Princeton (EE UU), especializada en el Aedes aegypti.

“Únicamente vive en asociación con los humanos y en los últimos 10.000 años partes de su fisiología se han especializado para digerir nuestra sangre de forma eficiente. La morfología y el comportamiento también han evolucionado para aprovecharse de nosotros”, continúa McBride.

“El Aedes aegypti ha desarrollado una increíble capacidad de detectar el olor humano. Puedes ponerte un guante de laboratorio y recortar un pequeño agujero de forma que apenas un centímetro de piel está expuesta y serán capaces de encontrarlo”, señala la investigadora. Ni el sudor posterior al ejercicio ni los perfumes puede engañarlo. “Prefiere con diferencia el olor de los humanos al de otros animales”, explica.

Esta asociación con los humanos ha sido especialmente peligrosa para el hombre. No en vano el mosquito es considerado, como señaló en una entrada de su blog Bill Gates, el animal más peligroso para el hombre, directamente responsable de un número de muertes al año mucho mayor que cualquier otro animal: tiburones (10 muertes), cocodrilos (1 000), culebras (2 500), arañas (10 000) o incluso los propios humanos (475 000). Se cree que el mosquito fue responsable el año pasado de más de un millón de muertes en el mundo, si se suman las de la malaria (725.000) con las de otras enfermedades transmitidas por ellos.

Pero solo un número pequeño de especies de mosquitos son capaces de transmitir enfermedades. “Aedes aegypti ha sido durante mucho tiempo un vector principal para los virus que causan enfermedades humanas. Y los virus también evolucionan para reproducirse muy bien en mosquitos que pueden llevarlos de un humano al próximo”, señala Powell.

“El patógeno se adapta a una especie particular”, explica a Sinc Grayson Brown, presidente de la Sociedad Entomológica de Estados Unidos, institución que, en colaboración con su homóloga en Brasil, prepara un congreso sobre cómo luchar contra el mosquito para este mes de marzo en el país sudamericano.

“El virus infecta los muros del estómago, las células, luego la sangre del mosquito y posteriormente las glándulas. Son muchos los pasos que ha de dar para causar la infección”, explica Brown. El propio mosquito sufre la enfermedad que transmite y su comportamiento es errático, lo que lo lleva a picar con mayor frecuencia y transmitir mejor la enfermedad.

El ejército brasileño ya se ha puesto en marcha para combatirlo. Más de 220 000 miembros de las Fuerzas Armadas de Brasil se dedican a ir casa por casa dispuestos a ganarle la guerra al mosquito, fumigando los miles de lugares donde se pueden generar criaderos. Y tienen incluso permiso de la presidenta del país para entrar por la fuerza. Pero la efectividad de esta medida es algo que aún se pone en duda, sobre todo en un país que ya vio cómo las poblaciones de mosquitos bajaban a niveles históricos.

“Hubo un gran esfuerzo de erradicación del Aedes aegypti en Sudamérica hace unas décadas, pero fue abandonado de forma prematura. Como resultado, tenemos una nueva explosión en esa zona”, señala Brown.

Ante la amenaza que supone y la gran cantidad de enfermedades que transmite, (solo en el caso del dengue 50 millones de personas se infectan cada año, una cifra que se ha multiplicado por 30 en los últimos 50 años, según la OMS), hay quienes se plantean si lo mejor no sería eliminar a los mosquitos por completo de la faz de la Tierra.

“No creo que sea muy realista, ni siquiera que se pueda eliminar del todo a este mosquito concreto”, apunta MacBride. “Técnicamente sería posible erradicarlo, pero resultaría extremadamente costoso en términos económicos y medioambientales y los esfuerzos se dirigirían a una sola especie. A menos que lo eliminases de todo el planeta, volvería a invadir un lugar, antes o después, como ya ha sucedido. Además, ¿qué pasaría con las otras especies que transmiten enfermedades?”, se cuestiona Brown.

Así que las líneas de actuación van en otra dirección. “Hay nuevos métodos de control de mosquitos en fase de pruebas, como soltar en una zona machos estériles modificados genéticamente para disminuir de forma drástica las poblaciones, o liberar mosquitos infectados con una bacteria llamada Wolbachia que impide a los virus replicarse dentro del mosquito. Ambas estrategias tienen el potencial de reducir el impacto de las enfermedades transmitidas por mosquitos”, señala Walker.

Powell apuesta por un tercer método en el que está trabajando. “Esperamos cambiar genéticamente las poblaciones de mosquitos de forma que no puedan transmitir virus. Los mosquitos todavía estarán ahí, pero no serán capaces de causar enfermedades”, explica.

“Mi enfoque pretende utilizar los mismos métodos usados por criadores de plantas y animales para seleccionar naturalmente mosquitos existentes incapaces de transmitir patógenos. Sabemos que esos mosquitos ya existen, se trata de seleccionarlos para que dominen las poblaciones”, señala.

Otros incluso se plantean utilizar las tijeras moleculares CRISPR. En un estudio publicado recientemente en la revista Trends in Parasitology, los expertos proponían controlar a las hembras con esta revolucionaria herramienta de edición del ADN, con la que se podría editar el genoma de las hembras y reasignarles el sexo para convertirlas en inofensivos machos.

Y, por supuesto, las vacunas. Que ya exista en un estadio inicial la vacuna de la fiebre amarilla, y sobre todo, la del virus del Nilo, ofrece una esperanza de encontrar una estrategia acelerada para acabar con el zika, sin dejar nunca de lado los programas de control de mosquitos.

“Nuestro objetivo en el congreso de marzo en Brasil es que las sociedades entomológicas lideren los esfuerzos para implicar a todo el mundo en Sudamérica en la lucha contra el mosquito hasta alcanzar el estándar que hay en muchas otras partes. Esperamos que este esfuerzo se mantenga durante décadas. El zika no es la última enfermedad que vamos a ver, hay un gran número de virus que están esperando su turno para aparecer en este continente. Por ello tenemos que ser mucho más eficientes a la hora de controlar y planificar las poblaciones de mosquitos en el largo plazo”, finaliza Brown.

Marzo 05/ 2016 (SINC) Fuente: Noticias Al día

Publicado: . En: Actualidad#

Existen razones para sospechar que se ha exagerado sobre la grave amenaza que puede suponer el zika para la salud humana.

El tema podría desaparecer bastante pronto de los titulares de prensa. Pero hay otros agentes patógenos transmitidos por mosquitos de los que realmente deberíamos preocuparnos.

Existen dos especies de mosquitos (llamados “vectores”) que son capaces de transmitir virus causantes de enfermedades humanas como la fiebre amarilla, la fiebre del dengue, la fiebre chikungunya o el zika.

Uno de ellos es el Aedes aegypti, endémico del África subsahariana y limitado a climas cálidos, motivo por el cual estas enfermedades siempre se han considerado tropicales. Esto también explica el motivo por el que no se les ha prestado mucha atención: principalmente, tienen lugar en países del tercer mundo, donde no se obtendrían demasiados beneficios económicos al desarrollar medicinas o vacunas.

El segundo mosquito es el Aedes albopictus. En 1960, se escapó de su entorno nativo en Asia y comenzó a conquistar el mundo… literalmente. Se ganó su nombre común: el mosquito tigre asiático. Es capaz de transmitir los mismos virus que el Aedes aegypti. Al igual que su pariente, reside en hábitats humanos y es un agresivo mordedor de personas. Lo más importante es que puede sobrevivir durante todo un año en climas menos cálidos, es capaz de habitar entornos tanto tropicales como templados.

Las poblaciones de Aedes albopictus que viven en latitudes más altas ponen huevos en otoño que pueden retrasar su desarrollo (“diapausa”, en la jerga científica) hasta una época más cálida como la primavera y eclosionar entonces. Actualmente, las poblaciones reproductoras permanentes se encuentran en gran parte de Europa y hasta la altura de Nueva Jersey, o quizás Connecticut, en los Estados Unidos

Una de las razones por las que podría el Aedes albopictus convertirse en una plaga en Estados Unidos y Europa es que mientras esta especie continúa expandiéndose, también ha estado adaptándose a lo largo de los últimos 30-50 años, lo cual significa que podemos esperarnos poblaciones de mayor tamaño.

Para que persista una epidemia provocada por una enfermedad transmitida por mosquitos, resulta necesaria cierta densidad del mosquito vector para que el agente patógeno continúe desplazándose de un portador a otro mientras se desarrolla la inmunidad. Es probable que el Aedes albopictus esté alcanzando su densidad crítica en algunas zonas de su área ampliada.

Generalmente, se considera que el Aedes albopictus no tiene la misma capacidad que el Aedes aegypti para transmitir virus de enfermedades humanas. Sin embargo, la fiebre del dengue es endémica de zonas de China en las que no hay Aedes aegypti, sino únicamente Aedes albopictus, lo cual demuestra que sí que es capaz de provocar epidemias de fiebre del dengue si su densidad es lo suficientemente alta.

Aún más inquietante es lo que sucedió en la pequeña isla de la Reunión, en el Océano Índico, durante los años 2005 y 2006. Se produjeron alrededor de 250 mil infecciones (en una población total de aproximadamente 800 mil personas) del virus chikungunya, otro agente patógeno transmitido por mosquitos.

No obstante, en la isla de la Reunión no existía el Aedes aegypti, únicamente el Aedes albopictus, el cual no debería haber sido capaz de mantener una epidemia de chikungunya.

¿Cómo se las arregló este vector  débil para provocar tal brote?

El misterio se resolvió gracias a las investigaciones posteriores: el virus había mutado.

A la nueva cepa del virus chikungunya, responsable de la epidemia, se le da bastante bien reproducirse en el Aedes albopictus. La evolución del virus convirtió a un mosquito vector débil en un vector mucho más fuerte.

Las personas afectadas por el virus chikungunya presentaban síntomas similares a los del dengue: fiebre alta, erupciones y dolor articular. El nombre procede de una lengua de África, el Makonde, y significa “que se dobla”, en alusión a la postura que adoptaban las personas infectadas. La mayoría, entre el 72 % y el 97 % de los humanos infectados con chikungunya desarrolla estos síntomas, en comparación con una minoría de entre el 20 % y el 25 % de personas infectadas con zika o dengue.

La fiebre chikungunya se prolonga por más tiempo y presenta síntomas más graves que los relativamente leves y de poca duración del zika. Incluso después de eliminar el virus del chikungunya, los síntomas pueden persistir. Un año después de la aparición de un brote en Italia durante 2007 (provocado por el Aedes albopictus), el 66 % de los pacientes aún presentaba síntomas.

El virus chikungunya no se había registrado en el Nuevo Mundo hasta 2013, año en el que fue detectado en la isla de San Martín, en el Caribe. Desde entonces, se extendió a lo largo de los trópicos del Nuevo Mundo, probablemente transmitido por el Aedes aegypti, el mosquito tropical. Resulta importante mencionar que las cepas actuales del chikungunya en el Nuevo Mundo no son las mismas que las de la Reunión, que se reproducían muy bien en el Aedes Albopictus, el mosquito tigre.

No resulta descabellado pensar que es solo cuestión de tiempo que las cepas de chikungunya que pueden transmitirse por el mosquito tigre aparezcan en el Nuevo Mundo, bien introduciéndose o bien creando nuevas mutaciones que puedan reproducirse en el Aedes albopictus incluso mejor que la cepa mutante de la isla de la Reunión. Si esto sucediese, el zika podría pasar a considerarse únicamente una anécdota curiosa en la historia de las epidemias transmitidas por mosquitos.

Jeffrey R. Powell, profesor de Ecología y Biología evolutiva de la Universidad de Yale, es un apasionado del Aedes aegypti, al que ha estudiado durante 50 años. Este artículo de opinión se publicó en inglés en la web STATS.

Marzo 07/2016 (SINC). Fuente: Noticias Al Día

Publicado: . En: Actualidad#

El virus del Zika, transmitido por el mosquito Aedes aegypty, está considerado como una emergencia internacional y es sospechoso de haber ocasionado miles de casos de microcefalia en recién nacidos.

Ahora, un equipo liderado por la Escuela Medicina de la Universidad Johns Hopkins, Florida, Estados Unidos, ha encontrado que este virus infecta un tipo de célula madre neural que da lugar a la corteza cerebral. Los resultados del trabajo han sido publicados en  la revista Cell Stem Cell.

En los ensayos de laboratorio el equipo encontró que estas células madre operaban como refugio para la reproducción viral, lo que se traducía en la interrupción del crecimiento celular y en muerte celular. Si bien este estudio no demuestra la relación directa entre el virus del Zika y la microcefalia en bebés, sí detalla dónde el virus puede estar haciendo el mayor daño.

Los científicos trabajaron de manera intensiva durante un mes en el estudio que proporciona una nueva plataforma para adentrase en el comportamiento del virus del Zika, utilizando células neurales derivadas de células madre humanas pluripotentes.

En un futuro próximo, los investigadores planean crear minicerebros a partir de estas células madre para poder observar los efectos a largo plazo de la infección del Zika sobre el tejido neural que sirva para desarrollar posibles tratamientos.

“Este es un primer paso, queda mucho por hacer”, señala Guo-li Ming, neurocientífico y biólogo celular de la Universidad Johns Hopkins. “Lo que hemos demostrado en el laboratorio es que el virus de Zika infecta las células neuronales homólogas de las que forman la corteza cerebral durante el desarrollo del cerebro humano, pero todavía no sabemos cómo afecta al desarrollo cerebral del feto”, destaca.

Ming, que ha liderado el estudio junto con Hongjun Song –también de la institución de Florida– agrega que los resultados “se pueden correlacionar con una disrupción en el desarrollo cerebral, pero lo más probable es que la evidencia directa de un vínculo entre el virus Zika y la microcefalia venga de posteriores estudios clínicos”.

Como los humanos se infectan por el virus Zika transmitido por mosquitos, los investigadores cultivaron el virus en células de mosquito durante unos días antes de aplicarlo en las células humanas utilizadas en todos sus experimentos.

Un descubrimiento preocupante es que las células madre infectadas por el virus, llamadas precursoras neuronales corticales, se convierten en fábricas para la replicación viral. Con una sola infección, las partículas del virus se propagaron en las células madre en tres días. Los investigadores tampoco han encontrado evidencia de que las células estén dando respuestas antivirales frente a la infección en laboratorio.

“Hay estudios de casos para el virus del Zika que muestran que ciertas áreas del cerebro parecen haberse desarrollado con normalidad, pero son sobre todo las estructuras corticales las que se ven afectadas o desaparecen”, dice Ming, que está especializado en trastornos cerebrales como la microcefalia.

“Una pregunta muy importante que se desprende de nuestro trabajo es si el virus del Zika se dirige específicamente a la mayoría de las progenitoras neurales responsables de la generación de la corteza cerebral”, subraya.

Hay otras cuestiones que quedan por resolver, entre otras, por qué los síntomas en los adultos son tan leves y cómo entra el virus en el sistema nervioso del feto en desarrollo. El Zika infecta a los adultos cuando los mosquitos depositan el virus en la piel humana y nuestras células del sistema inmunitario lo llevan a la sangre. Pero ¿cómo cruza el virus la barrera sangre-cerebro? ¿Podría infectar a la pequeña población de células madre neurales que los adultos mantienen en su hipocampo?

“Estamos tratando de llenar el vacío de conocimiento entre la infección y los posibles defectos neurológicos”, dice el primer autor, Heng Li Tang, cuyo laboratorio estudia los virus de ARN como el Zika, el dengue y el de la hepatitis C.

Hay que destacar que Ming, Song, Tang y su colaborador Peng Jin, un genetista de la Facultad de Medicina de la Universidad de Emory, reunieron a un grupo de expertos de cuatro laboratorios con diferentes líneas de investigación para hacer frente a la rápida emergencia de salud pública. “Esperamos que nuestros resultados ayuden a educar a los gestores públicos y a los gobiernos porque necesitamos más información sobre este virus y hay que tomarlo en serio”, dice Song.

Marzo 07/ 2016 (SINC). Fuente: Noticias Al Día

Publicado: . En: Actualidad#

El virus del Zika, que causa microcefalia y  síndrome neurológico de Guillain-Barré, también puede provocar una grave  afección en los cuatro miembros llamada mielitis aguda, según un caso estudiado  en Guadalupe (Antillas francesas).“Se trata del primer caso publicado con prueba del vínculo (entre zika y  mielitis) a causa de la presencia del virus en el líquido cefalorraquídeo (de  la paciente) nueve días antes de los primeros síntomas clínicos”, dijo a la AFP Annie Lannuzel, investigadora del Inserm cuyos trabajos se  publicaron en la revista especializada “The Lancet“.

La mielitis, enfermedad poco frecuente, puede dejar graves secuelas  motrices.

La presencia de otros virus como los de la varicela o el herpes que pueden  causar mielitis fue descartada, ya que los exámenes de sangre practicados  resultaron negativos, aclara Lannuzel.

La paciente de 15 años presentaba en la fase aguda de su infección de zika  “un déficit motriz en los cuatro miembros, asociado a dolores muy intensos y a  una retención de orina aguda”, indicó este martes el Inserm en un comunicado.

La paciente había sido internada a mediados de enero en Pointe- -Pitre con  una hemiplejia izquierda. “Al día de hoy, la paciente sigue hospitalizada, pero  sus días no están en peligro. Presenta síntomas de debilidad moderada en ambas  piernas, pero camina sin ayuda”, precisa.

Un virus neurotóxico

“Este caso refuerza la hipótesis del carácter neurotóxico del virus del  Zika. Pone en evidencia la existencia de complicaciones neurológicas en la fase  aguda de la infección, mientras que el síndrome de Guillain-Barré es una  complicación post-infecciosa”, señalan.

En el caso del Guillain-Barré, el zika afecta al nervio periférico,  mientras que en la mielitis afecta la médula espinal, explicó la investigadora,  agregando que el tratamiento consiste en la inyección de fuertes dosis de  cortisona.

El virus del Zika está presente en América Latina. Ha provocado al menos  cientos de casos de microcefalias en los bebés de madres infectadas. Esta  malformación grave e irreversible se caracteriza por una talla anormalmente  pequeña del cráneo en los recién nacidos.

El brote de zika y su potencial vinculación con malformaciones congénitas  llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar una emergencia  global.

Brasil detectó a fines de 2015 un aumento inusitado de esta malformación  congénita -que daña irreversiblemente el cerebro y limita el desarrollo motor e  intelectual de las personas- en el empobrecido noreste del país, donde se ha  registrado el mayor número de casos sospechosos y donde el virus de Zika tuvo  una amplia circulación el año pasado.

Las autoridades estiman que un millón y medio de personas fueron  contagiadas por zika en Brasil. Un 80% de los casos son asintomáticos.

Marzo 9/2016 (AFP). Fuente: Noticias Al día

Más información sobre virus del Zika en “The Lancet”

Publicado: . En: Actualidad#

Después de una reunión de su comité de emergencia, la agencia de salud de las Naciones Unidas agregó que existen cada vez más pruebas de que un aumento en los nacimientos con defectos congénitos y problemas neurológicos es causado por el zika, que se propaga principalmente por la picadura de mosquitos.Cuando la (Organización Mundial de la Salud) OMS declaró el mes pasado que el brote en el continente americano era una emergencia mundial, dijo que las evidencias de que el zika fuese responsable eran solo circunstanciales.

“Los informes e investigaciones en varios países indican firmemente que la transmisión sexual del virus es más común de lo que se creía”, dijo la directora general de la OMS, Margaret Chan.

Estados Unidos investiga más de una docena de posibles casos de zika en personas que pueden haber sido infectadas por contacto sexual.

El doctor Bruce Aylward, que dirige la respuesta de la OMS contra el zika, dijo que los casos conocidos a la fecha de transmisión sexual del virus han sido de hombres a mujeres. Puso en duda que las relaciones sexuales tengan un papel importante en la propagación de la enfermedad.

“Sin duda el mosquito es el principal factor de transmisión”, agregó.

Chan también dijo que nueve países han reportado un aumento en los casos del síndrome de Guillain-Barré, una rara dolencia que puede estar vinculada con el zika y causar parálisis temporal y muerte a personas de todas las edades.

Acotó que los problemas vinculados con el zika, entre ellos el síndrome de Guillain-Barré,  no solo se están comprobando en mujeres en edad reproductiva, sino también en niños, adolescentes y adultos mayores.

El zika ha comenzado a propagarse a otros países que no lo tenían, señaló la OMS. Dijo que se han registrado casos de transmisión interna en 31 países en América Latina y el Caribe.

“Todas estas noticias son alarmantes”, enfatizó.

Pese a la falta de pruebas definitivas de que el zika cause defectos de nacimiento y problemas neurológicos, Chan dijo que las autoridades no deben aguardar pruebas científicas definitivas para formular recomendaciones.

“La microcefalia es solo una de varias anormalidades congénitas documentadas y asociadas con la infección del zika durante el embarazo”, -afirmó- y, agregó, que puede causar problemas de desarrollo, lesiones en el sistema nervioso central y muerte fetal.

El comité de emergencia de la OMS pidió intensificar la investigación de la relación entre el grupo más reciente de bebés que han nacido con microcefalia y otros trastornos neurológicos.

Agregó que se debe prestar atención particular al estudio de la genética de distintas cepas del virus de Zika para determinar si existe un vínculo causal.

La agencia destacó además la importancia de continuar estudiando si otros factores podrían ser responsables del marcado incremento en los casos de microcefalia y de problemas neurológicos, incluido si varias causas en conjunto podrían ser las responsables.

Aylward explicó que los científicos se han concentrado en enfermedades como la principal causa sospechosa, y subrayó que las pruebas parecen “en verdad convincentes de que se tiene un proceso infeccioso aquí”.

Hasta ahora, los nacimientos de bebés con microcefalia y deformes vinculados con el zika solo se han confirmado en Brasil y la Polinesia francesa, aunque las autoridades prevén que haya informes procedentes de otros países una vez que el virus haya circulado lo suficiente como para afectar a las embarazadas.

Colombia ha reportado varios casos posibles de microcefalia.

“Las mujeres embarazadas en los países afectados, o que viajen a esos países, están comprensiblemente muy preocupadas”, señaló Chan.

La OMS recomienda que las embarazadas eviten viajar a zonas con brotes de zika y que, si sus parejas viajan a esas zonas, tengan relaciones sexuales protegidas y se abstengan durante el embarazo.

Marzo 9/2016 (PL). Fuente: Noticias Al Día

Publicado: . En: Actualidad#

La placenta de las mujeres embarazadas acumula los filtros de los protectores solares y los parabenos, que pueden transmitirse al feto, según un trabajo del CSIC y el Hospital San Juan de Dios de Barcelona, y que se publica en “Environment International“.Los parabenos (conservantes bactericidas y fungicidas) y los filtros UV (protectores solares) están presentes en numerosos productos, especialmente de higiene y cosmética. Estudios previos han constatado su dispersión en el medio ambiente: se han hallado residuos de ellos en muestras de agua, en sedimentos de río, en organismos (pájaros y peces, entre otros), en orina humana, esperma e incluso en leche materna.

Diversos estudios han mostrado que estos compuestos son disruptores endocrinos, capaces de afectar al sistema endocrino y de causar infertilidad, según se ha visto en animales. Se ha asociado su presencia con una baja tasa de espermatozoides y con desajustes del ciclo menstrual.

Un estudio dirigido por Silvia Díaz-Cruz, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (Idaea), y que cuenta con la colaboración del Hospital de San Juan de Dios, de Barcelona, ha demostrado que en la placenta humana también están presentes estos compuestos.

El trabajo se centra en los parabenos y en las benzofenonas, el principal grupo de filtros solares UV. El equipo de Díaz-Cruz ha observado que de los diez compuestos analizados (cinco parabenos y cinco filtros UV), más de cuatro han sido hallados en todas las placentas, y hasta siete han sido detectados en una misma muestra. La presencia de estos compuestos, ha explicado Silvia Diaz-Cruz, “es preocupante ya que durante el embarazo cualquier alteración hormonal puede ser altamente nociva tanto para la madre como para el desarrollo del feto”.

“Solo hay tres estudios previos como este en todo el mundo”, dicen los autores, y “algunos de los compuestos que hemos hallado no habían sido encontrados hasta ahora”. Por otro lado, el equipo del Idaea-CSIC ya había demostrado que delfines hembras gestantes bioacumulan y transmiten a sus fetos filtros solares. En aquel caso, los fetos presentaban niveles más altos de filtros solares que sus respectivas madres.

Resultados de los análisis
Los investigadores esperaban hallar niveles muy bajos o indetectables de estos compuestos. Sin embargo, “las concentraciones halladas superan en algún caso los 11 nanogramos por gramo, más de 500 veces el valor esperado (0,02 nanogramos por gramo), correspondiente al límite de detección del método. Aún faltan estudios para delimitar niveles de riesgo”.

Actualmente, la Unión Europea solo autoriza en productos cosméticos dos benzofenonas (filtros solares), las denominadas BP3 y BP4. Sin embargo, en las muestras han hallado otras que “son resultado de la metabolización. Ello indica que estos compuestos y sus metabolitos no se excretan en su totalidad sino que se acumulan en los tejidos, con consecuencias aún desconocidas”. El compuesto hallado más frecuentemente es el BP4, detectado en el 75 por ciento de las muestras, y del que se creía que no se bioacumulaba en los tejidos. Todos los parabenos analizados se encontraron en casi el cien por cien de las placentas, siendo el metilparabeno, el más utilizado en la industria, el de mayor concentración.

Exposición y efectos
Los parabenos y los filtros solares entran en contacto con el organismo a través de los alimentos (agua y pescado), por absorción dérmica y por inhalación. Estudios epidemiológicos han asociado la presencia de parabenos en el organismo con alergias, obesidad y baja calidad del esperma. Por su parte, la presencia de benzofenonas está relacionada con la incidencia de endometriosis. Dos estudios recientes indican que un peso bajo en niñas y mayores peso y circunferencia craneal en niños están directamente relacionados con el contenido de benzofenonas en la orina materna.

“Sin embargo, en los estudios publicados solamente se han encontrado asociaciones entre la presencia de estos productos y determinadas alteraciones. Se necesitan estudios longitudinales a largo plazo, con mayor número de pacientes, para determinar si la presencia de estos productos puede causar la aparición de enfermedades en la infancia y en la edad adulta”, ha matizado Lourdes Ibáñez Toda, endocrinóloga pediatra del Hospital de San Juan de Dios.

Los parabenos se utilizan ampliamente como conservantes en cosméticos, medicamentos, alimentos y bebidas. Según expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial para la Salud (OMS), ingerimos 76 miligramos al día de parabenos a través de alimentos, medicamentos y el uso de productos de higiene y cosméticos. Esta cantidad puede parecer elevada, pero está por debajo del valor máximo establecido, 10 miligramos al día y por kilo de peso (500 miligramos para una persona de 50 kilos).

Los filtros solares UV son aditivos casi omnipresentes en los productos de cuidado e higiene personal. También se utilizan en envases de bebidas y alimentos, componentes de coches, ropa o material fotográfico, entre otros, para proteger los materiales del amarilleamiento y otros procesos de degradación causados por la luz solar.

Marzo 10/2016 (Diario Médico) Fuente: Noticias Al Día