marzo 2016 Archivos

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La placenta de las mujeres embarazadas acumula los filtros de los protectores solares y los parabenos, que pueden transmitirse al feto, según un trabajo del CSIC y el Hospital San Juan de Dios de Barcelona, y que se publica en “Environment International“.Los parabenos (conservantes bactericidas y fungicidas) y los filtros UV (protectores solares) están presentes en numerosos productos, especialmente de higiene y cosmética. Estudios previos han constatado su dispersión en el medio ambiente: se han hallado residuos de ellos en muestras de agua, en sedimentos de río, en organismos (pájaros y peces, entre otros), en orina humana, esperma e incluso en leche materna.

Diversos estudios han mostrado que estos compuestos son disruptores endocrinos, capaces de afectar al sistema endocrino y de causar infertilidad, según se ha visto en animales. Se ha asociado su presencia con una baja tasa de espermatozoides y con desajustes del ciclo menstrual.

Un estudio dirigido por Silvia Díaz-Cruz, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (Idaea), y que cuenta con la colaboración del Hospital de San Juan de Dios, de Barcelona, ha demostrado que en la placenta humana también están presentes estos compuestos.

El trabajo se centra en los parabenos y en las benzofenonas, el principal grupo de filtros solares UV. El equipo de Díaz-Cruz ha observado que de los diez compuestos analizados (cinco parabenos y cinco filtros UV), más de cuatro han sido hallados en todas las placentas, y hasta siete han sido detectados en una misma muestra. La presencia de estos compuestos, ha explicado Silvia Diaz-Cruz, “es preocupante ya que durante el embarazo cualquier alteración hormonal puede ser altamente nociva tanto para la madre como para el desarrollo del feto”.

“Solo hay tres estudios previos como este en todo el mundo”, dicen los autores, y “algunos de los compuestos que hemos hallado no habían sido encontrados hasta ahora”. Por otro lado, el equipo del Idaea-CSIC ya había demostrado que delfines hembras gestantes bioacumulan y transmiten a sus fetos filtros solares. En aquel caso, los fetos presentaban niveles más altos de filtros solares que sus respectivas madres.

Resultados de los análisis
Los investigadores esperaban hallar niveles muy bajos o indetectables de estos compuestos. Sin embargo, “las concentraciones halladas superan en algún caso los 11 nanogramos por gramo, más de 500 veces el valor esperado (0,02 nanogramos por gramo), correspondiente al límite de detección del método. Aún faltan estudios para delimitar niveles de riesgo”.

Actualmente, la Unión Europea solo autoriza en productos cosméticos dos benzofenonas (filtros solares), las denominadas BP3 y BP4. Sin embargo, en las muestras han hallado otras que “son resultado de la metabolización. Ello indica que estos compuestos y sus metabolitos no se excretan en su totalidad sino que se acumulan en los tejidos, con consecuencias aún desconocidas”. El compuesto hallado más frecuentemente es el BP4, detectado en el 75 por ciento de las muestras, y del que se creía que no se bioacumulaba en los tejidos. Todos los parabenos analizados se encontraron en casi el cien por cien de las placentas, siendo el metilparabeno, el más utilizado en la industria, el de mayor concentración.

Exposición y efectos
Los parabenos y los filtros solares entran en contacto con el organismo a través de los alimentos (agua y pescado), por absorción dérmica y por inhalación. Estudios epidemiológicos han asociado la presencia de parabenos en el organismo con alergias, obesidad y baja calidad del esperma. Por su parte, la presencia de benzofenonas está relacionada con la incidencia de endometriosis. Dos estudios recientes indican que un peso bajo en niñas y mayores peso y circunferencia craneal en niños están directamente relacionados con el contenido de benzofenonas en la orina materna.

“Sin embargo, en los estudios publicados solamente se han encontrado asociaciones entre la presencia de estos productos y determinadas alteraciones. Se necesitan estudios longitudinales a largo plazo, con mayor número de pacientes, para determinar si la presencia de estos productos puede causar la aparición de enfermedades en la infancia y en la edad adulta”, ha matizado Lourdes Ibáñez Toda, endocrinóloga pediatra del Hospital de San Juan de Dios.

Los parabenos se utilizan ampliamente como conservantes en cosméticos, medicamentos, alimentos y bebidas. Según expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial para la Salud (OMS), ingerimos 76 miligramos al día de parabenos a través de alimentos, medicamentos y el uso de productos de higiene y cosméticos. Esta cantidad puede parecer elevada, pero está por debajo del valor máximo establecido, 10 miligramos al día y por kilo de peso (500 miligramos para una persona de 50 kilos).

Los filtros solares UV son aditivos casi omnipresentes en los productos de cuidado e higiene personal. También se utilizan en envases de bebidas y alimentos, componentes de coches, ropa o material fotográfico, entre otros, para proteger los materiales del amarilleamiento y otros procesos de degradación causados por la luz solar.

Marzo 10/2016 (Diario Médico) Fuente: Noticias Al Día

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Un estudio que se publica en “Medicine & Science in Sports and Exercise“, realizado por la Universidad de Loughborough, en Reino Unido, muestra que el ejercicio es mejor que la restricción de alimentos para limitar el consumo calórico diario.

Científicos de la Universidad de Loughborough, en Reino Unido, han demostrado que el ejercicio es más eficaz que restringir alimentos para limitar el consumo calórico diario. En el estudio publicado, David Stensel y su equipo, del Centre for Sport and Exercise Medicine East Midlands (Ncsem-EM), analizaron las hormonas femeninas, las respuestas psicológicas y conductuales para controlar las calorías a través del ejercicio y de la restricción de alimentos a lo largo de nueve horas.

En la pérdida de calorías con restricción de alimentos, los participantes mostraron un aumento en los niveles de la hormona la grelina y disminuyeron los niveles de péptido YY. Además, comieron hasta un tercio más de comida en un buffet y se comparó con otra ocasión donde el ejercicio mostró el mismo déficit calórico (los participantes consumieron de media 944 calorías restringiendo los alimentos en comparación con las 660 calorías después del ejercicio).

Los resultados contradicen previos estudios que sugieren que el ejercicio hace que las personas (en particular las mujeres) coman más. Además, muestran que la respuesta de la grelina y el péptido YY a la hora de hacer ejercicio es el mismo tanto para hombres como para mujeres.

Según Stensel, “los resultados proporcionan una valiosa contribución al debate entre la dieta y el ejercicio. El estudio demuestra que el ejercicio no estimula el apetito o anima a comer más, al menos en las horas inmediatamente posteriores a la actividad. Nuestro próximo paso es ver si este beneficio continúa más allá del primer día del ejercicio”.

Los resultados son posteriores a dos estudios diseñados para identificar si las respuestas del apetito de las mujeres eran diferentes a las de los hombres.

En el primer estudio, la ingesta de calorías se restringió a través de la dieta o el ejercicio (a una intensidad moderada de 90 minutos en una cinta de correr), y las respuestas del apetito se midieron en un periodo de nueve horas. El mismo grupo de 12 mujeres participó en las dos secciones del estudio.

En el segundo estudio se compararon directamente las respuestas de percepción del apetito, de la hormona del apetito y de la ingesta de alimentos al hacer ejercicio en hombres y en mujeres.

Marzo 16/2016 (Diario Médico). Fuente: Noticias Al Día

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Las mujeres asmáticas que se someten a un tratamiento contra la infertilidad tardarían más tiempo en salir embarazadas, según un estudio publicado recientemente. Un equipo de Dinamarca siguió a 245 féminas (96 con asma y 149 sin asma) que cumplían un procedimiento para quedar embarazadas, señala un artículo publicado en “European Respiratory Journal“.

Las participantes recibieron durante un año diferentes tratamientos, incluida la inseminación artificial y la fertilización “In vitro”.

La mitad de las asmáticas demoraron 4,6 años o más en concebir, mientras que el otro grupo tardó unos 2,7.

Según la autora principal, doctora Elisabeth Gade, del Hospital de la Universidad de Bispebjerg, de Copenhague, se demostró que el asma bronquial influye negativamente en la fertilidad porque prolonga el intervalo para la gestación.

De esa manera, ese padecimiento reduce la tasa de nacimientos, en especial después de los 35 años, señaló Gade.

Para el equipo, se necesitan más estudios para determinar si ese mal respiratorio altera el desarrollo del óvulo en las primeras etapas de la reproducción.

Sin embargo, sugiere que las mujeres asmáticas deberían tomar medidas para controlar los síntomas antes de concebir y formar una familia con menos edad.

Marzo 16/2016 (PL). Fuente: Noticias Al Día

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Una de cada cien mujeres infectadas por el virus de Zika durante el primer trimestre de embarazo corre el riesgo de que el feto desarrolle microcefalia, según un estudio publicado recientemente en la revista “The Lancet“.

El trabajo del Instituto Pasteur, basado en datos obtenidos durante un brote de zika en la Polinesia Francesa entre 2013 y 2014, refuerza la hipótesis de que existe una relación causal entre el virus y ciertos problemas neurológicos.

La microcefalia, una condición asociada a una reducción del tamaño del cráneo y el cerebro, afecta a 2 de cada 10 000 recién nacidos en Europa y Brasil, según el estudio, el primero que cuantifica el riesgo de que el virus provoque malformaciones.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió la semana pasada de que todavía no se ha probado definitivamente que el zika sea responsable directo de la microcefalia y el síndrome de Guillain-Barré, si bien admitió que cada vez hay más pruebas que lo sugieren.

Simon Cauchemez y su grupo han evaluado los datos que se recogieron en la Polinesia Francesa durante siete meses en los que más de 31 000 personas acudieron al médico con síntomas que apuntaban a una infección por zika.

Durante ese brote y en los meses posteriores, se identificaron en la zona ocho casos de microcefalia, cinco de los cuales terminaron en un procedimiento médico para abortar y tres dieron lugar al nacimiento de un bebé con malformaciones.

Los investigadores del Instituto Pasteur han utilizado modelos matemáticos y estadísticos para estimar el riesgo de que el feto sufra microcefalia a partir de variables como el número de casos detectados durante el brote, el número de pacientes sospechosos de estar infectados por zika cada semana, los análisis de sangre que confirmaron casos positivos del virus y el número total de embarazos durante ese periodo.

Su conclusión apunta a que la infección durante el primer trimestre del embarazo está asociada con un mayor riesgo de que se produzcan malformaciones.

Su estimación sugiere que 95 de cada 10 000 mujeres infectadas en los primeros tres meses de gestación están expuestas a esas complicaciones (aproximadamente una de cada cien).

“La información recogida en la Polinesia Francesa es particularmente importante, porque el brote ya se ha dado por concluido. Eso nos permite reunir un conjunto de datos que, aunque pequeño, es más completo que el que se puede obtener a partir de un brote que todavía está en marcha”, señala Arnaud Fontanet, coautor del estudio, en un comunicado de “The Lancet“.

“Nuestras conclusiones apoyan las recomendaciones de la OMS para que las mujeres embarazadas se protejan de las picaduras de mosquito”, afirma Fontanet, que sostiene que “todavía se necesita mucha más investigación para comprender cómo el zika puede provocar microcefalia”.

En un artículo que también publica la revista británica, la brasileña Laura Rodrígues, profesora de Epidemiología de Enfermedades Infecciosas en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, sostiene que el mayor riesgo durante los primeros tres meses del embarazo es “biológicamente plausible dadas las etapas del desarrollo cerebral” en el feto.

Marzo 16/2016 (Ansa). Fuente: Noticias Al día.

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La Agencia para el Control de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA) aprobó de manera reciente nuevos medicamentos para el cáncer de ovario, los cuales anulan la capacidad de una célula para reparar su ADN, informó la doctora Dolores Gallardo Rincón. El inhibidor de PARP (poliribosa polimerasa ADP) se aceptó tras una prueba de acompañamiento diagnóstico para el tratamiento de pacientes con cáncer de ovario con mutación en los genes BRCA, explicó la especialista en un comunicado de la biofarmacéutica AstraZeneca.

En México se diagnostican al año cuatro mil casos nuevos de cáncer de ovario, el cual ocupa el segundo lugar por causa de muerte y es considerado la tercera afección más frecuente del aparato reproductor femenino, dijo Gallardo Rincón, responsable del programa “Cáncer de Ovario” del Instituto Nacional de Cancerología (INCan).

El cáncer de ovario es uno de los más agresivos, ya que de todas las neoplasias es el que con mayor facilidad puede llevar a la muerte y se desarrolla de manera regular entre las mujeres de 50 y 70 años.

Tres de cada cuatro mujeres con cáncer ovárico sobreviven un año después de haberse detectado la enfermedad, siempre y cuando el diagnóstico haya sido tratado desde el inicio, ya que este se recibe antes de que el cáncer se despliegue por fuera del ovario.

El doctor Jonathan Lederman indicó que el ensayo clínico de la sustancia Olaparib (Lynparza) bloquea la proteína PARP que evita la regeneración de los genes alterados dentro de la cadena del ADN, por lo que se le conoce como un inhibidor selectivo y de precisión.

“La fórmula tiene la peculiaridad de impedir que las células cancerígenas se reproduzcan a través de un método de bloqueo y reparación”, explicó el especialista.

Cuando el cáncer se detecta en una etapa tardía dicho tratamiento puede convertir a la enfermedad en un padecimiento crónico, lo que abre una nueva esperanza de vida para las pacientes, dijo el también el profesor de oncología médica de la University College de Londres.

El especialista explicó que este método crea una nueva mirada a las mutaciones de los genes de BRCA, además abre un nuevo camino en el tratamiento personalizado del cáncer de ovario, lo que permitirá aplicar un tratamiento adecuado en el momento oportuno.

Marzo 18/2016 (Notimex) Fuente: Noticias Al Día