La VMI se considera una medida de soporte que
busca reemplazar la función respiratoria del paciente.
Para ello, debe manejar una serie de elementos físicos que incluyen fuerza (presión), desplazamiento (volumen) y velocidad de cambio en relación al tiempo
(flujo)[6]. Su uso está dirigido a situaciones de insuficiencia respiratoria hipoxémica e hipercápnica, con el fin de estabilizar estos cuadros disminuyendo el trabajo inspiratorio, redistribuyendo el flujo sanguíneo de la actividad muscular respiratoria en situaciones de shock y aportando una ventilación protectora en pacientes con SDRA.
Rev Chil Anest 2020; 49: 504-513
Bastian Abarca Rozasb, Jocelyn Vargas Urra, Javier García Garzón
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