músculos

Los resultados de un nuevo estudio indican que es posible frenar y revertir el envejecimiento de algunos músculos, al menos de manera local.

El cumplimiento del viejo sueño humano de hacer retroceder el reloj de la vida para eludir la vejez y acaso la muerte natural por esta última sigue estando más allá de toda posibilidad actual, pero es reconfortante pensar que quizá algún día se logre rejuvenecer por completo otro músculo que es el más importante del cuerpo, el corazón, y que paralelamente quizá se desarrollen técnicas para revertir el envejecimiento de otros órganos y sistemas del cuerpo humano, lo que podría implicar acercar cada vez más ese viejo sueño humano a la realidad.

El equipo de la investigadora Penney Gilbert, de la Universidad de Toronto en Canadá, ha orientado su trabajo a intentar mitigar un problema común en la vejez: el deterioro de los músculos esqueléticos. Estos tienen funciones muy importantes, ya que son los que nos permiten cosas como permanecer de pie sin caernos, sentarnos con suavidad en vez de dejarnos caer sobre una silla, parpadear y hasta tragar. A medida que una persona envejece, la funcionalidad de sus músculos de este tipo disminuye significativamente.

A partir de los 75 años de edad, la pérdida anual de masa muscular es notable. Ésta es la razón principal de que la gente anciana tenga poca fuerza física e incluso llegue a no poder mantenerse en pie. Si además hay que operarles para, por ejemplo, colocarles una prótesis de cadera, la situación de algunos músculos puede volverse mucho más problemática.

El equipo de Gilbert, Helen Blau y Ben Cosgrove ha determinado que durante el proceso de envejecimiento, una subpoblación de células madre comienza a expresar una modificación de una proteína que inhibe su capacidad para promover la formación de nuevas células madre.
marzo 12/2014 (NCYT)

Benjamin D Cosgrove, Penney M Gilbert, Ermelinda Porpiglia, Foteini Mourkioti, Steven P Lee, Stephane Y Corbel.Rejuvenation of the muscle stem cell population restores strength to injured aged muscles.Nature Medicine   20,  255–264. doi:10.1038/nm.3464. 16 Feb 2014

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Un equipo de investigadores identificó una nueva y relativamente abundante fuente de células madre en el corazón. Los hallazgos, publicados en Cell Stem Cell, muestran que estas células del corazón tienen la capacidad de expandirse a largo plazo y formar una gran variedad de tipos de células, incluyendo células del corazón, de los músculos, huesos y nervios. Según los científicos, el descubrimiento podría sentar las bases para desarrollar terapias regenerativas dirigidas a mejorar la reparación de tejidos en el corazón. El corazón dañado, a menudo, no se repara a sí mismo debido al ambiente hostil y a la pérdida de células, incluyendo células madre, después de un accidente cardiovascular. «Queremos saber cómo preservar las células madre que están presentes para evitar su pérdida», afirma Richard Harvey, del Instituto de Investigación Cardiaca en Australia. Las células madre cardiacas recién descritas se encuentran tanto en el corazón en desarrollo como en el corazón adulto y, al igual que en la médula ósea y otros órganos, las células que forman colonias se encuentran en las inmediaciones de los vasos sanguíneos. Según Harvey, a pesar de la capacidad de las células madre para formar otros tipos de células (una característica conocida como multipotencia), estas poseen además un sesgo hacia los tejidos del corazón por una sencilla razón, «en un sentido evolutivo, han estado dedicadas al corazón durante mucho tiempo, y su flexibilidad puede ser un subproducto de la necesidad de seguir respondiendo a factores externos y a muchos tipos de lesiones».
Los resultados llegan en un momento importante ya que las células madre obtenidas de corazones humanos durante la cirugía están empezando a mostrar cierto potencial a la hora de revertir el daño de un ataque cardiaco. Igor Slukvin, de la Universidad de Wisconsin, se hace eco de ese punto en un comentario acompañante afirmando que «la comprensión de la biología del desarrollo del corazón es fundamental en el desarrollo de nuevas tecnologías para la regeneración cardiaca y las terapias celulares, y fundamental para identificar el tipo y origen de las células capaces de reconstruir un corazón».
Diciembre 5/2011 (Diario Salud)

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La inyección de células madres en ratones lesionados provocó que los músculos crecieran dos veces más en cuestión de días, lo que creó roedores muy fuertes y corpulentos que mantuvieron esa fortaleza muscular por el resto de sus vidas, informaron científicos estadounidenses.
Si lo mismo sucediese en las personas, los resultados podrían llevar al desarrollo de nuevos tratamientos para enfermedades que causan deterioro de los músculos, como la distrofia muscular. Incluso, podría ayudar a las personas a resistir la erosión gradual de la fuerza muscular que se produce por el envejecimiento, señalaron Bradley Olwin y colegas de la Universidad de Colorado, Estados Unidos, en la revista Science Translational Medicine.
«Este fue un resultado muy emocionante e inesperado», indicó Olwin en un comunicado. «Hallamos que las células madres trasplantadas se alteran de manera permanente y reducen el envejecimiento del músculo trasplantado, manteniendo su fuerza y masa», añadió. El equipo de Olwin experimentó con ratones jóvenes con lesiones en las patas, a los que les inyectó células madres musculares tomadas de roedores jóvenes que actuaron como donantes. Las células madres son únicas en tanto pueden renovarse constantemente y son la base de otras células especializadas.
En el estudio, las células madres no solo repararon la lesión, sino que hicieron que el músculo tratado aumentara de tamaño en un 170%. Olwin y sus colegas creían que los cambios serían temporales, pero permanecieron durante todo el lapso de vida de los ratones tratados, que fue de alrededor de dos años.
«Cuando se examinaron los músculos dos años después, hallamos que el procedimiento cambió de forma permanente las células trasplantadas, volviéndolas resistentes al proceso de envejecimiento en el músculo», indicó el autor.
Los científicos indicaron que cuando inyectaron las células madres en las patas saludables, no obtuvieron el mismo resultado, lo que sugiere que hay un efecto importante que hace que al inyectarlas en músculos dañados se dispare el crecimiento.
«El ambiente en el que se inyectan las células madres es muy importante porque cuando se les dice que hay una lesión, responden de una manera única», añadió Olwin.
El equipo espera hallar fármacos o combinaciones que imiten la conducta de las células trasplantadas. Los resultados son alentadores para la investigación en humanos, aunque Olwin advirtió que trasplantar células madres de un ratón joven a otro ratón joven no es lo mismo que rejuvenecer músculos envejecidos. Además, el experto aclaró que el estudio fue en roedores y no en personas.
El equipo trabaja en experimentos para ver si trasplantar células madres musculares de personas o animales grandes a ratones generaría los mismos efectos. Si eso funciona, implicaría que el trasplante de células madres de músculos humanos podría ser una alternativa viable, destacaron.
El estudio fue financiado por el Institutos Nacional de Salud de Estados Unidos y la Asociación de la Distrofia Muscular.
Chicago, noviembre 11/2010 (Reuters)

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