lavado de las manos

La estrategia de la OMS para la mejora de la higiene de las manos es fácil de aplicar por el personal de salud, según un nuevo estudio publicado en Lancet Infectious Diseases. Las infecciones relacionadas con la atención sanitaria son una gran amenaza para la seguridad del paciente en todo el mundo, y su transmisión en esos entornos se produce principalmente a través de las manos de los trabajadores sanitarios.

El equipo de investigación aplicó la estrategia de la OMS en 55 departamentos de 43 hospitales en seis sitios de Costa Rica, Italia, Malí, Pakistán y el Reino de Arabia Saudita. Durante los dos años transcurridos entre diciembre de 2006 y diciembre de 2008, la observancia de las mejores prácticas aumentó de un 51 % antes de iniciar el estudio a un 67 % tras finalizarlo, y las infraestructuras y los conocimientos del personal también mejoraron considerablemente en todos los sitios. El estudio puso también de manifiesto que esos cambios observados en las prácticas y la cultura de seguridad se mantuvieron durante dos años al menos tras concluir la fase de prueba.

«La estrategia de la OMS se basa en un enfoque multimodal que tiene un muy pronunciado efecto de reducción del número de infecciones relacionadas con la atención sanitaria, según se ha demostrado en el Centro Colaborador de la OMS para la Seguridad del Paciente de los Hospitales Universitarios de Ginebra, pero ahora disponemos por primera vez de datos que demuestran su viabilidad y su eficacia como instrumento de mejora de la higiene de las manos en diferentes entornos geográficos y de ingresos, con un impacto mayor incluso en los países de ingresos bajos y medios que en los países de ingresos altos», ha señalado la Dra. Benedetta Allegranzi, Directora de Una atención limpia es una atención más segura, del Programa de Seguridad del Paciente de la OMS, y primera autora del artículo.

Las infecciones relacionadas con la atención sanitaria suelen deberse a gérmenes que los profesionales de la salud transmiten a los pacientes al tocarlos. Las infecciones más frecuentes son las que afectan a las vías urinarias, las infecciones quirúrgicas, las neumonías y las infecciones de la sangre causadas por gérmenes multirresistentes como S. aureus resistente a la meticilina (MRSA). De cada 100 pacientes hospitalizados, adquirirán una infección relacionada con la atención sanitaria al menos 7 en los países desarrollados, y 10 en los países en desarrollo.

Entre los pacientes en estado crítico o vulnerables ingresados en las unidades de cuidados intensivos, la cifra se eleva a un 30 % aproximadamente. La observancia de una buena higiene de las manos en la atención de salud reduce el riesgo de esas infecciones y la propagación de la resistencia a los antimicrobianos.

«Conforme se extiende la resistencia a los antibióticos y a otros medicamentos esenciales, más necesario es reducir el número de infecciones evitables en el hospital», ha dicho Edward Kelley, Coordinador del Programa de Seguridad del Paciente de la OMS. «La mejor manera de reducir el número de pacientes afectados por infecciones resistentes a los antimicrobianos consiste en protegerlos antes que todo de la transmisión cruzada de gérmenes a través de las manos de los trabajadores sanitarios.»

La prevención y el control de las infecciones es uno de los pilares normativos básicos señalados por la OMS para combatir el problema cada vez más grave que supone la resistencia a los antimicrobianos. Los otros pilares son unas políticas y planes nacionales adecuados, la mejora de la vigilancia de esos gérmenes patógenos resistentes, el acceso ininterrumpido a medicamentos esenciales de buena calidad, el uso apropiado de los medicamentos, y la realización de nuevas actividades de investigación y desarrollo de nuevos tratamientos.

La estrategia OMS para la observancia de la higiene de las manos consta de cinco elementos principales:

1. Velar para que el personal sanitario tenga acceso a desinfectantes a base de alcohol en el punto de atención al paciente;
2. Formar y educar a los trabajadores sanitarios para indicarles los momentos de la atención al paciente en que más importante es la higiene de las manos;
3. Evaluar la observancia, y retroinformar al respecto;
4. Colocar recordatorios visuales en los puntos de atención en el lugar de trabajo;
5. Fomentar una cultura de seguridad de la atención al paciente y del personal sanitario en las instituciones.

«A veces las intervenciones más simples y costoeficaces son las de más impacto», según Sir Liam Donaldson, Enviado de la OMS para la Seguridad del Paciente. «Hoy día disponemos de métodos eficaces para impedir millones de casos de enfermedad o muerte evitables y para atenuar el creciente problema de las infecciones resistentes a los antimicrobianos».

Según el Programa Una atención limpia es una atención más segura, durante el contacto con los pacientes hay que cumplir la exigencia de higiene de las manos en cinco momentos clave, preferiblemente mediante un desinfectante a base de alcohol o lavándoselas con agua y jabón si están claramente sucias. Esos cinco momentos son los siguientes:

1. Antes de tocar al paciente;
2. Antes de iniciar procedimientos que exigen limpieza y asepsia (por ejemplo la inserción de dispositivos tales como catéteres);
3. Después de entrar en contacto con humores corporales;
4. Después de tocar al paciente;
5. Después de tocar objetos del entorno del paciente.

«La estrategia de la OMS para la mejora de la higiene de las manos es recomendada por los Centros para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos y de Europa, la Joint Commission International y los organismos acreditados, y casi todas las organizaciones profesionales del mundo», ha señalado el Profesor Didier Pittet, Director del Centro Colaborador de la OMS para la Seguridad del Paciente (Hospitales Universitarios de Ginebra) y autor principal del artículo.

La estrategia se ha aplicado hasta ahora en más de 15 700 entornos asistenciales de 168 países, y más de 50 gobiernos han basado en ella sus campañas nacionales de fomento de la higiene de las manos. El presente estudio valida su uso como método de referencia universal de la atención al paciente.
septiembre 20/2013 (DiarioSalud.net)

Benedetta Allegranzi MD, Angèle Gayet-Ageron MD, Nizam Damani MD, Loséni Bengaly PhD, Prof Mary-Louise McLaws PhD,   Maria-Luisa Moro MD, et. al. Global implementation of WHO’s multimodal strategy for improvement of hand hygiene: a quasi-experimental study. The Lancet Infectious Diseases 2013.

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Suena raro hacerse esta pregunta entre adultos. Pero a veces, los errores se cometen precisamente en las cosas más sencillas, ya que debido a su sencillez bajamos la guardia ante ellas. Una de esas cosas es lavarse las manos. Es un acto tan simple que a menudo lo hacemos de modo automático, sin casi darnos cuenta. Esto y las prisas hacen que lavarse las manos sea por regla general una acción muy rápida. Demasiado rápida a juzgar por los resultados de una nueva investigación.

En este estudio, realizado en una muestra de población de Estados Unidos pero cuyos resultados a buen seguro reflejan la realidad en muchos otros países, los resultados indican que solamente el 5 % de las personas que usaron un cuarto de baño se lavaron las manos el tiempo suficiente para matar a los gérmenes que pueden causar infecciones.

Por si eso no fuera lo bastante desalentador, el 33 % no usó jabón y el 10 % directamente no se lavó las manos. Los varones fueron en particular los peores en cuanto a lavarse las manos correctamente.

El estudio, basado en observaciones de 3749 personas en lavabos de locales públicos, lo ha efectuado el equipo de Carl Borchgrevink, JaeMin Cha y SeungHyun Kim, de la Universidad Estatal de Michigan, en Estados Unidos.

Lavarse las manos es la más eficaz de las acciones sencillas que pueden realizarse para reducir la propagación de enfermedades infecciosas. La sabiduría popular ya lo dice desde hace mucho tiempo, pero también lo corroboran las autoridades sanitarias, incluyendo por ejemplo las de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), en Estados Unidos. Desde esta red sanitaria se hace hincapié en el hecho de que son necesarios de 15 a 20 segundos lavándose las manos con jabón vigorosamente para lograr una eliminación eficaz de gérmenes. El no lavarse lo suficiente las manos contribuye a casi el 50 % de los brotes epidémicos de enfermedades que se transmiten a través de la alimentación. A pesar de ello, en el nuevo estudio se ha constatado que, en esa muestra de población, en promedio, las personas se lavan las manos durante tan solo unos 6 segundos.

El estudio es uno de los primeros de su tipo en los que se toman en cuenta factores tales como la duración del lavado de manos y si las personas usan o no jabón.
Entre los hallazgos específicos sobre la higiene de la gente en los cuartos de baño de locales públicos, destacan los siguientes:

El 15 % de los varones no se lavó las manos. En las mujeres, ese porcentaje fue del 7 %

Cuando se lavaron las manos, sólo el 50 % de los hombres usó jabón. En las mujeres, ese porcentaje fue del 78 %

Las personas fueron menos proclives a lavarse las manos si el lavabo donde iban a hacerlo estaba sucio.

El lavado de manos fue más común en las horas más tempranas del día. Borchgrevink cree que esto puede denotar que las personas que salieron a cenar o a tomar unas copas por la noche se encontraban más relajadas y que por eso el lavarse las manos les resultó menos importante.

Las personas fueron más proclives a lavarse las manos en presencia de carteles que alentaban a hacerlo.
julio 24/2013 (NCYT)

Borchgrevink CP, Cha J, Kim S.Hand washing practices in a college town environment.J Environ Health. 2013 Apr;75(8):18-24.

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