huesos

Uno de cada dos pacientes con cáncer avanzado desarrollará metástasis óseas, según un nuevo informe desarrollado por el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC), que muestra también que, al menos, hasta tres de cada cuatro de los que fallecen por esta patología presentan metástasis en hueso en el momento de su muerte

El informe, que «tiene como objetivo conocer las necesidades de los pacientes con metástasis óseas y sus cuidadores para darles respuesta y abordarlas adecuadamente», deja patente que la edad más habitual de aparición de la enfermedad metastásica es a partir de los 40 años, y, sobre todo, se presenta en pacientes con cáncer de mama o próstata avanzado.

«Sabemos que los cánceres de mama y próstata producen sustancias que actúan en el hueso creando un medio «favorable» para que las células tumorales asienten allí», ha explicado el doctor Antonio Sánchez Ruiz, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda, en Madrid.

Asimismo, las complicaciones más comunes en la metástasis de huesos son dolor, compresión medular o fracturas en los huesos, que pueden disminuir la calidad de vida de los pacientes. Suelen estar localizados a lo largo de la columna vertebral, siendo la región lumbar la más afectada, seguida de la torácica, cervical y sacra además de costillas y pelvis.

«El principal síntoma que producen las metástasis óseas es el dolor. También debilitan el tejido óseo y pone al paciente en un mayor riesgo de fractura de huesos, denominada fractura patológica. La compresión de la médula espinal es otra complicación aguda que requiere tratamiento inmediato dado que puede llevar a una paraplejia del paciente», ha añadido.

Estos síntomas producen limitaciones para caminar e incluso la imposibilidad de hacerlo, pérdida de equilibrio, vértigo y cansancio. Todo esto provoca una inseguridad en el paciente a la hora de hacer una vida normal, de salir a la calle o de hacer cualquier tarea autónomamente.

Todas estas complicaciones repercuten también en la vida laboral de los afectados, que muchas veces se desconoce. «El objetivo con este informe ha sido realizar un acercamiento, en primer lugar, a los pacientes que tienen metástasis óseas para conocer cómo les afecta en su día a día, y en segundo lugar, a sus cuidadores, que conviven con la enfermedad de su familiar», ha explicado Begoña Barragán, presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC).

La manera de afrontar esta situación depende de cada paciente, mientras que «los familiares y allegados son los que más sufren» como lo afrontan. «El propio paciente puede llegar, en ocasiones, a descargar su frustración con las personas queridas», ha destacado la psicóloga Laia Carda, quien ha destacado que, por otra parte, terminan sobreprotegido al paciente, lo que a la larga «ocasiona discusiones familiares».

Hay que tener en cuenta que además en la mayoría de los casos, los cuidadores son los propios familiares, así que no es de extrañar que el estado emocional del paciente repercuta directamente en el de la persona que lo cuida. «Es importante que éstos (los cuidadores) se sientan bien (…).  Por ello, es fundamental una buena comunicación cuidador-paciente-sanitario, para poder sobrellevar mejor la enfermedad», ha afirmado.

Desmitificar la palabra «metástasis»

La presidenta de GEPAC ha abogado por la necesaria labor de desestigmatización de la palabra metástasis, «que tenemos asociada a enfermedad terminal, a final de la vida». Cuando hablamos de metástasis ósea, el cáncer está avanzado, pero ello no impide que muchos pacientes convivan con ella durante años y con una calidad de vida cada vez mejor.

«Desmitificar y transmitir una imagen del paciente con metástasis que se ajuste a la realidad actual, a la que hemos podido llegar gracias a los avances científicos, es fundamental para que los afectados y sus familiares normalicen la enfermedad», afirman.

Por otro lado, han señalado que los pacientes consultados en este estudio remarcan la necesidad de que la oncología no sólo se centre en el tratamiento de la enfermedad sino también en otros aspectos relacionados con la calidad de vida del paciente, algo que para muchos es incluso más importante. «Tan importante es el tratamiento de la enfermedad como el trabajar en mejorar la calidad de vida de los pacientes, y por ende, de sus cuidadores», ha apuntado la presidenta de GEPAC.
abril 8/2014 (EP)

Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2013 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

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Científicos de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, consiguieron desarrollar huesos en laboratorio a partir de células de piel modificadas.

Según Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), dichas células fueron alteradas para llevarlas a un estado similar al embrionario, y convertirlas luego en otro linaje celular, en este caso, huesos.

El experimento solo ha sido probado en animales, pero los autores estiman que el hallazgo propiciará tratamientos reconstructivos personalizados, con su mismo perfil inmunológico.

Muchas lesiones óseas requieren de injertos propios o implantes artificiales para su tratamiento, y aunque son útiles, no siempre son completamente eficaces y a veces ocasionan reacciones adversas.

La posibilidad de reprogramar células permite solucionar un problema óseo sin que esto suponga ningún perjuicio para el paciente, explicó Marcos Campos, miembro del equipo investigador.

El colectivo reprogramó células de la piel para que retrocedieran a un estadio primitivo, las moldearon hasta convertirlas en células capaces de formar huesos y las colocaron en un andamiaje específico en tres dimensiones que emulaba la estructura de un hueso real.

Los investigadores colocaron los sustitutos óseos generados en el laboratorio en varios ratones a los que realizaron un seguimiento durante 12 semanas, sin que los roedores le hicieran rechazo ni desarrollaran ningún proceso maligno.

De hecho, los investigadores comprobaron que los sustitutos habían comenzado a integrarse en los organismos, a través de la formación de precursores de vasos sanguíneos.

«Este dato es clave, pues uno de los mayores problemas es conseguir la vascularización del hueso, fundamental para garantizar la viabilidad», señaló Marcos.
mayo 10/2013 (PL)

Tomado del Boletín de Prensa Latina: Copyright 2012 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

de Peppo GM, Marcos-Campos I, Kahler DJ, Alsalman D, Shang L, Vunjak-Novakovic G, Marolt D. Engineering bone tissue substitutes from human induced pluripotent stem cells. Proc Natl Acad Sci U S A. 2013.

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Un equipo de investigadores identificó una nueva y relativamente abundante fuente de células madre en el corazón. Los hallazgos, publicados en Cell Stem Cell, muestran que estas células del corazón tienen la capacidad de expandirse a largo plazo y formar una gran variedad de tipos de células, incluyendo células del corazón, de los músculos, huesos y nervios. Según los científicos, el descubrimiento podría sentar las bases para desarrollar terapias regenerativas dirigidas a mejorar la reparación de tejidos en el corazón. El corazón dañado, a menudo, no se repara a sí mismo debido al ambiente hostil y a la pérdida de células, incluyendo células madre, después de un accidente cardiovascular. «Queremos saber cómo preservar las células madre que están presentes para evitar su pérdida», afirma Richard Harvey, del Instituto de Investigación Cardiaca en Australia. Las células madre cardiacas recién descritas se encuentran tanto en el corazón en desarrollo como en el corazón adulto y, al igual que en la médula ósea y otros órganos, las células que forman colonias se encuentran en las inmediaciones de los vasos sanguíneos. Según Harvey, a pesar de la capacidad de las células madre para formar otros tipos de células (una característica conocida como multipotencia), estas poseen además un sesgo hacia los tejidos del corazón por una sencilla razón, «en un sentido evolutivo, han estado dedicadas al corazón durante mucho tiempo, y su flexibilidad puede ser un subproducto de la necesidad de seguir respondiendo a factores externos y a muchos tipos de lesiones».
Los resultados llegan en un momento importante ya que las células madre obtenidas de corazones humanos durante la cirugía están empezando a mostrar cierto potencial a la hora de revertir el daño de un ataque cardiaco. Igor Slukvin, de la Universidad de Wisconsin, se hace eco de ese punto en un comentario acompañante afirmando que «la comprensión de la biología del desarrollo del corazón es fundamental en el desarrollo de nuevas tecnologías para la regeneración cardiaca y las terapias celulares, y fundamental para identificar el tipo y origen de las células capaces de reconstruir un corazón».
Diciembre 5/2011 (Diario Salud)

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