hepatitis C

En América Latina entre 7 y 9 millones de personas están infectados del virus de la Hepatitis C (VHC), pero el 80 % no experimenta ningún síntoma, precisó un informe de la Asociación Latinoamericana para el Estudio del Hígado (ALEH).
En toda Latinoamérica el subdiagnóstico (de la enfermedad) es muy elevado, lo que puede derivar en complicaciones hepáticas serias como cirrosis y hepatocarcinoma», advirtió la asociación médica.
La infección crónica con el virus de la hepatitis C actualmente afecta a más de 185 millones de personas en todo el mundo y aproximadamente entre tres y cuatro millones de nuevas infecciones ocurren cada año, señaló el informe.
Marcelo Silva, Jefe de Hepatología y Trasplante Hepático del Hospital Universitario Austral, aseguró que «más del 1 % de la población en la Argentina está afectada por el virus de la hepatitis C».
«Hablamos entonces de que existen aproximadamente 450 000 personas con hepatitis C crónica asociada a este virus», detalló.
En el resto de América Latina, se manejan cifras de prevalencia similares, entre el 1 y el 2 % de la población, variando en función de cuál es el área estudiada.
El dato más alarmante es que menos del 10 % de los pacientes están diagnosticados, y menos del 1 % está tratado, alertó la asociación.
«Estamos hablando de una enfermedad que evoluciona a hepatitis crónica en más del 70 % de los casos, y que posteriormente un 20 % progresa a cirrosis y carcinoma hepático luego de 20-30 años, se explica la epidemia de cáncer hepático y cirrosis que estamos viviendo», afirmó Silva.
Asimismo, datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que la concientización sobre el VHC es de baja prioridad en comparación a los esfuerzos realizados sobre otras enfermedades, ya que solo el 37 % de los países miembros de la OMS tienen un plan nacional para controlar la hepatitis viral.
«Si tomamos en cuenta que muchos pacientes infectados con el VHC no experimentan síntomas, los exámenes de rutina y la detección temprana son pasos vitales para ayudar a contener el aumento de los casos, y esto se puede hacer con tan solo una prueba de sangre», completó Silva. (ANSA).
octubre 1/2014 (ANSA)
Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2014 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.

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Investigadores estadounidenses identificaron la estructura de la proteína externa del virus de hepatitis C, una región que permite al patógeno evadir la respuesta del sistema inmunológico natural, destaca un estudio divulgado en la revista Nature  (doi:10.1038/nature13117 ).

Los virus son inteligentes y es una batalla constante mantenerlos alejados, indica Joseph Marcotrigiano, profesor de Química y Biología Química en la Universidad de Rutgers, y uno de los autores del artículo.

«Por ello, el desarrollo de una vacuna es muy importante. Siempre es mejor prevenir la infección a través de una vacuna efectiva que luego tratar cuando se ha establecido una infección crónica», indicó.

Con este trabajo, los investigadores estarán en mejores condiciones de desarrollar un compuesto que dirija el sistema inmune a las regiones vulnerables al virus con el fin de prevenir la infección, aseveró.

Un inmunógeno contra la hepatitis C no sólo evitaría que las personas adquieran la enfermedad, sino que también sería la intervención de salud más eficiente en relación con los costos, apuntó Marcotrigiano.

La hepatitis C es considerada como un importante problema de salud mundial. Se estima en unos 160 millones las personas infectadas en todo el orbe, la mayoría de las cuales no muestran síntomas.
febrero 20/2014 (PL)

Tomado del boletín de selección temática de Prensa Latina: Copyright 2013 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

Abdul Ghafoor Khan,Jillian Whidby,Matthew T. Miller,Hannah Scarborough,Alexandra V. Zatorski.Structure of the core ectodomain of the hepatitis C virus envelope glycoprotein 2.Nature.19 Feb 2014

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Se trata de contagios anteriores al año 1990 y en riesgo de desarrollar graves enfermedades hepáticas.

Los pacientes que contrajeron el virus de la hepatitis C antes de 1990 tienen riesgo de desarrollar enfermedad hepática grave entre 2010 y 2030, por lo que la mortalidad, morbilidad e impacto económico continuarán aumentando, debido fundamentalmente a los casos de cirrosis y de hepatocarcinoma. Por ello, la hepatitis precisa de «un abordaje de salud pública con objetivos globales, y no solo centrados en el coste de los fármacos», según Javier Crespo, jefe de Medicina Digestiva del Hospital Marqués de Valdecilla, y José Luis Calleja, jefe adjunto de Gastroenterología del Hospital Puerta de Hierro, de Madrid. Ambos dirigen desde el VI Aula Abierta Multidisciplinar en Hepatología, bajo el patrocinio de Gilead y con el apoyo de la Asociación Española para el Estudio del Hígado.

Según Calleja, la morbimortalidad e impacto económico de este virus se incrementará, dado que la infección está ligada a complicaciones tan graves como la cirrosis y el hepatocarcinoma. «Aunque la incidencia no ha aumentado, los costes asociados con el tratamiento de las consecuencias de las infecciones crónicas sí crecen cada año, y se prevé que tengan un impacto significativo en los sistemas sanitarios, principalmente el trasplante hepático, las complicaciones de la cirrosis y el hepatocarcinoma».

Terapia a largo plazo
Según Mónica Ausejo, directora de Government Affaires de Gilead España, una de las novedades más importantes en hepatología ha sido el abordaje de la hepatitis B: «La consolidación, en primer lugar, del concepto de que el tratamiento a largo plazo con los fármacos adecuados no solo consigue evitar la progresión de la enfermedad, sino que también se puede revertir de manera importante en pacientes con cirrosis, ha sido decisiva». Según Crespo, «un estudio reciente demuestra que tratar la enfermedad a largo plazo supone su regresión en el 99 % de los pacientes cirróticos».

Respecto a la hepatitis C, Crespo considera que los últimos tratamientos frente a hepatitis C, comercializados a partir de 2011, han incrementado la tasa de curación en subgrupos escogidos, al pasar del 45 al 75 % actual. En el caso de la hepatitis por virus B, los fármacos de segunda generación «han conseguido el control en la práctica totalidad de los enfermos que tratamos, siendo la resistencia al tratamiento mínima o nula».
septiembre 27/2013 (Diario Médico)

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Se presenta una pequeña revisión sobre los Aspectos histológicos de la hepatitis crónica C, algo de sus diferencias con la B y el resultado de un trabajo de comparación histológica entre la C y la B, realizado en el Instituto de Gastroenterología. Recordar que la función del patólogo no es clasificar que tipo de virus es el que participa en las lesiones, sino saber diagnosticar las lesiones y clasificarlas según su magnitud.

Dr. C. Bienvenido Gra Oramas

Un equipo de investigadores franceses identificó la proteína IP-10 como un indicador del pronóstico de éxito o fracaso en el tratamiento de pacientes con hepatitis C, según informaron.
Esta enfermedad es tratada desde hace una decena de años con la combinación de interferón alfa y el antiviral ribavirina, sin embargo la curación solo es reportada en un 50% de los casos, explicó el Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica de Francia (INSERM).
Para efectuar el experimento publicado en la The Journal of Clinical Investigation, especialistas del INSERM, del Instituto Pasteur y de la Universidad París Descartes evaluaron la respuesta inmunitaria de 50 pacientes. En sus ensayos, los especialistas pusieron de manifiesto que la presencia de una forma corta de la proteína IP-10 fue la causa del fracaso del tratamiento en un 50% de los casos.
A partir de estos resultados, la Sociedad Rules-Based Medicine de Estados Unidos elaborará una prueba sintomática que permitirá distinguir las distintas formas de IP-10 a partir de una simple extracción de sangre, añadió el INSERM.
Este test podrá comercializarse en los establecimientos de salud en el primer semestre de 2011. Los resultados de esta investigación constituyen un paso de avance para el diagnóstico de la hepatitis C y de otras enfermedades crónicas inflamatorias e infecciosas, destacaron.
París, enero 7/2011 (PL)