estrógenos

No es ningún secreto que las mujeres suelen ganar peso a medida que envejecen ni que uno de los causantes de este hecho es el estrógeno, una hormona sexual. Ahora, una investigación publicada en Cell Metabolism  ha rastreado estos efectos hormonales sobre el metabolismo en diferentes partes del cerebro.
Los hallazgos podrían conducir al desarrollo de terapias de reemplazo hormonal, que podrían ser utilizadas para combatir la obesidad o la infertilidad en las mujeres sin aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas o cáncer de mama.
«Cuando las mujeres se acercan a la menopausia, ganan peso en grasa y gastan menos energía», explica la doctora Deborah Clegg, del Centro Médico Southwest de la Universidad de Texas, en Estados Unidos. Al caer los niveles de estrógeno, las mujeres son cada vez más susceptibles a la obesidad y al síndrome metabólico.
Clegg sospechaba que la influencia de los estrógenos en el metabolismo se debía a su acción sobre receptores en el cerebro. Cuando su equipo eliminó estos receptores en el cerebro de los ratones, éstos se volvieron, en palabras de la propia doctora, «muy, muy gordos», es decir, empezaron a consumir muchas más calorías de las que quemaban.
Los investigadores demostraron que los ratones hembra que carecían de receptores de estrógenos a (ERa) en una parte del cerebro (el factor esteroidogénico hipotalámico-1 o neuronas SF-1) aumentaron de peso sin comer más. La pérdida de ERa en otra área del cerebro (la proopiomelanocortina hipotalámica o neuronas POMC) tuvo el efecto contrario: los animales comían más sin aumentar de peso. La pérdida de ERa en estas zonas neuronales también dio lugar a varios problemas en la ovulación y la fertilidad.
Los resultados sugieren que los fármacos desarrollados para actuar específicamente sobre los receptores de estrógeno en el cerebro podrían ofrecer una alternativa útil a las terapias de reemplazo hormonal que afectan a los receptores en todo el cuerpo. Los científicos pretenden seguir su estudio para aislar otros efectos relacionados con el estrógeno y síntomas como, por ejemplo, los sofocos.
Octubre 4/2011 (JANO)

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