cáncer de páncreas

páncreasEl análisis de una muestra de pancreatoduodenectomía es complejo, y aún se debate mucho sobre cómo el patólogo puede abordarla mejor. En esta revisión, se brinda una descripción general de los temas relevantes para la práctica clínica actual en términos de disección macroscópica y evaluación macro y microscópica de la muestra de pancreatoduodenectomía con sospecha de cáncer de páncreas. Ampliar…

Una prueba más específica y sensible que las actuales detectaría de forma precoz el adenocarcinoma ductal pancreático.

Una nueva técnica diagnóstica en sangre perfecciona el test actual para detectar el adenocarcinoma ductal pancreático, lo que potencialmente permite una detección temprana de un cáncer que a menudo se diagnostica en fase avanzada. De hecho, más del 80 por ciento de los adenocarcinomas ductales de páncreas se consideran inoperables en el diagnóstico, razón por la cual se considera que este tumor será la segunda causa de muerte por cáncer, detrás del pulmonar, en 2020.

Según las estimaciones recientes, la detección temprana podría aumentar la supervivencia de un 30 a 40 por ciento, pero la detección basada en sangre convencional no es lo suficientemente sensible ni específica.

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En un ensayo, de las 1 500 proteínas encontradas en las muestras, tres — LYVE1, REG1A y TFF1– se encontraban en niveles mucho más altos en los enfermos con cáncer de páncreas.

Científicos de España y Reino Unido han estudiado un análisis de orina que podría ayudar a detectar precozmente el cáncer de páncreas y, por ende, ofrecer antes un tratamiento, según publica Clinical Cancer Research.

Para ello, tal y como recoge la BBC, se analizaron casi 500 muestras de orina, de las cuales poco menos de 200 eran de enfermos con cáncer de páncreas, 92 de enfermos con pancreatitis crónica y 87 de voluntarios sanos. El resto de las muestras eran de pacientes con afecciones del hígado y la vesícula biliar benignos y cancerosos.

De las 1 500 proteínas encontradas en las muestras de orina, tres — LYVE1, REG1A y TFF1– estaban se encontraban en niveles «mucho más altos» en los enfermos con cáncer de páncreas. Por ello, los expertos han asegurado que son indicadores de la presencia de la enfermedad y cuyo nivel de precisión es del 90  %.

«Por primera vez, vamos a poder adelantar el diagnóstico a los enfermos con este tumor», ha aseverado el coautor y profesor del Instituto de Cáncer de Barts, Nick Lemoine, para recordar que actualmente la enfermedad se detecta cuando ya está en fase terminal.

No obstante, los investigadores han reconocido que todavía queda «mucho» para saber si este estudio podría conducir a una prueba que ayudara a detectar el cáncer de páncreas en fase temprana, aunque han asegurado que los resultados del estudio son «vitales» para mejorar la supervivencia de los enfermos

agosto 03 / 2015 (JANO )

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El hallazgo podría llevar algún día a disponer de una prueba para la enfermedad, que es difícil de detectar antes de las etapas avanzadas

Los investigadores dicen que han identificado una señal del desarrollo temprano del cáncer de páncreas, una causa principal de muerte por cáncer. Y, añaden, su descubrimiento podría algún día llevar a una nueva prueba para la detección de la enfermedad en sus etapas iniciales y más tratables.

La señal temprana consiste en un aumento de los niveles de ciertos aminoácidos, y esto se produce antes de que los pacientes presenten los síntomas y de que se diagnostique habitualmente la enfermedad.

El hallazgo se produjo a partir de las muestras de los análisis de sangre de 1500 personas que participaron en estudios de gran tamaño en los que se daba seguimiento a su salud.

«Descubrimos unos niveles más altos de aminoácidos de cadena ramificada que estaban presentes en las personas que acabaron contrayendo un cáncer de páncreas, en comparación con las que no contrajeron la enfermedad», dijo uno de los autores principales del estudio, el Dr. Brian Wolpin, del Instituto Oncológico Dana-Farber de Boston, en un comunicado de prensa del instituto.

Los «aminoácidos de cadena ramificada» son una familia de aminoácidos, los elementos básicos de las proteínas. La cantidad de tiempo que pasó entre el hecho de tener niveles altos de este tipo de aminoácidos y el diagnóstico de cáncer de páncreas varió entre 2 y 25 años, reportaron los autores del estudio.

«Estos hallazgos nos llevaron a formular la hipótesis de que el aumento de los aminoácidos de cadena ramificada se debe a la presencia de un tumor temprano en el páncreas», dijo Wolpin.

Otra investigación mostró que los ratones con tumores pancreáticos formados recientemente tenían unos niveles altos de aminoácidos de cadena ramificada, según el estudio publicado en la revista Nature Medicine.( doi: 10.1038/nm.3686 )

«La mayoría de las personas con adenocarcinoma pancreático ductal [que es, con mucho, la forma más común de cáncer de páncreas] son diagnosticadas después de que la enfermedad ha alcanzado una etapa avanzada, y muchas fallecen en el plazo de un año tras el diagnóstico», dijo Wolpin.

«La detección de la enfermedad en una etapa más temprana de su desarrollo podría mejorar nuestra capacidad de tratarla con éxito», explicó.
septiembre 29/2014 (Medlineplus)

Mayers JR, Wu C, Clish CB, Kraft P, Torrence ME, Wolpin BM.Elevation of circulating branched-chain amino acids is an early event in human pancreatic adenocarcinoma development.Nat Med. 2014 Oct;20(10):1193-8. 2014 Sep 28

Investigadores del Instituto Salk en California modificaron la estructura de la vitamina D para que los medicamentos antitumorales entren en las células cancerosas del páncreas y tengan efecto, publicó la revista «Cell».
De acuerdo con esa publicación científica, las células tumorales del páncreas crean una muralla de células a su alrededor.
A su vez, producen señales que hacen que el tejido adquiera densidad y se inflame, lo cual promueve el crecimiento e impide que los medicamentos lleguen a las células cancerosas.
Pero los investigadores hallaron que la vitamina D inactiva las células responsables de la formación de esa barrera.
En efecto, las células que componen el tejido presentan un nivel alto de receptores de vitamina D, de tal forma que al introducirles esa vitamina en forma de inyección el tejido que cubre el tumor se rompe.
La vitamina D no ataca a las células cancerosas, pero hace que el medio que rodea al tumor sea más favorable para los tratamientos de quimioterapia, explicó Michael Downes, uno de los investigadores del estudio.
El experimento realizado con ratones demostró que aquellos a los cuales se les inyectó vitamina D modificada vivieron un 50 % más que los tratados con medicamentos tradicionales.
Aunque los resultados en humanos son aún inciertos, los hallazgos en animales aumentan la esperanza de que las pruebas clínicas conducirán un nuevo tipo de terapia, afirmó Ronald Evans, director de la investigación.
El cáncer de páncreas es considerado uno de los más letales, pues debido a los tejidos densos e inflamados de ese órgano, se cierra y resiste a la radiación y la quimioterapia.
Según estadísticas, el 94 % de pacientes con esta enfermedad fallece.
Solo en Estados Unidos de 46 mil personas que lo sufren cada año, 40 mil mueren, según el Instituto Nacional de Salud de esta nación norteña.
octubre 2/2014 (PL)
Tomado del Boletín de Prensa Latina Copyright 2014 «Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina S.A.»

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El cáncer de páncreas se convertirá en el segundo cáncer más letal en Estados Unidos en 2030, predice una investigación reciente.

Si las previsiones se sostienen, el cáncer de páncreas superará a los cánceres de mama, de próstata y colorrectal, terminando en segundo lugar solo respecto al cáncer de pulmón como el cáncer más letal del país.

«En general, la tasa de mortalidad por cáncer en EE. UU. está declinando cada año», señaló la autora del estudio, Lynn Matrisian, vicepresidenta de investigación y asuntos médicos de Pancreatic Cancer Action Network en Manhattan Beach, California.

«Y el número de muertes provocadas por otros cánceres importantes, como el de pulmón, el colorrectal y el de mama, sigue esa tendencia y está en descenso. Pero se ha logrado poco avance con el cáncer de páncreas, y sabíamos que no seguía la tendencia», lamentó.

¿Por qué?

Matrisian apuntó a una combinación de factores, como la población que envejece, el crecimiento relativo de poblaciones minoritarias de alto riesgo y la poca financiación para la investigación sobre el cáncer de páncreas.

Otros factores importantes incluyen la dificultad de diagnosticar el cáncer de páncreas temprano, y la necesidad de unos mejores tratamientos.

«El páncreas está localizado en la profundidad del abdomen», comentó, y el órgano es difícil de alcanzar y visualizar mediante los métodos de escaneo tradicionales. Además, «si el paciente presenta algún síntoma, con frecuencia es bastante no específico y vago», dijo Matrisian.

El hecho de que el páncreas esté rodeado de tejido denso que bloquea los fármacos es otro factor, añadió, al igual que la tendencia de la enfermedad de comenzar a propagarse en una etapa temprana.

El informe de Matrisian aparece en la edición de la revista Cancer Research (doi: 10.1158/0008-5472.CAN-14-0155).

Los autores del estudio anotaron que el cáncer de pulmón ya encabeza la lista como causa de muerte por cáncer en EE. UU., un dudoso honor que parece que no perderá en el futuro predecible.

Para calcular un amplio rango de cifras sobre la mortalidad por el cáncer dentro de más de una década, el equipo de investigación condujo un análisis profundo de estadísticas recientes que cubrían los doce cánceres más comunes entre los hombres y los trece más comunes entre las mujeres.

Los investigadores determinaron que durante las próximas dos décadas el cáncer de mama, el cáncer de próstata y el cáncer de pulmón seguirán siendo, como son ahora, los tres cánceres principales para hombres y mujeres juntos en términos solamente del número de personas recién diagnosticadas.

Pero, para cuando llegue el año 2030, los cánceres de tiroides, melanoma y uterino en realidad superarán al cáncer colorrectal (que actualmente es el cuarto), calificando en cuarto, quinto y sexto lugar como los principales cánceres en números absolutos.

Pero el panorama de las muertes por cáncer es algo distinto.

Actualmente, los cánceres de pulmón, de próstata y colorrectal son las causas número uno, dos y tres de muerte por cáncer entre los hombres de EE. UU., mientras que para las mujeres esos lugares les corresponden a los cánceres de pulmón, de mama y colorrectal.

Se predice que el cáncer de pulmón siga siendo la principal causa de muerte por cáncer en 2030. Pero el equipo del estudio halló que la segunda principal causa de muerte por cáncer tanto en hombres como en mujeres cambiará al cáncer de páncreas, seguido por el cáncer de hígado.

Matrisian y sus colaboradores describieron los hallazgos como una «llamada a la acción» que resalta una necesidad general de mejorar tanto el diagnóstico como el tratamiento del cáncer de páncreas.

Pero en una nota positiva, Matrisian sugirió que quizá el futuro resulte algo más alentador para el cáncer de páncreas, al menos en términos de la cantidad de recursos dedicados a la investigación. Por ejemplo, señaló que una ley promulgada en 2013 obliga ahora al Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU. a dar un nuevo enfoque a la mejora del diagnóstico y los tratamientos para una variedad de cánceres intratables, lo que incluye tanto el cáncer de páncreas como el de pulmón.

El Dr. Anirban Maitra, codirector y director científico del Centro de Investigación sobre el Cáncer de Páncreas Sheikh Ahmed Bin Zayed Al Nahyan del Centro Oncológico M.D. Anderson en Houston, enfatizó que «el cáncer de páncreas es una enfermedad muy difícil de detectar y tratar». Y dados los fondos insuficientes para la investigación, expresó poca sorpresa sobre las tendencias previstas.

«Hace años que sabemos que el cáncer de páncreas era uno de los pocos cánceres en que la incidencia y la tasa de mortalidad estaban en aumento», apuntó, «mientras que otros cánceres importantes se han beneficiado de un avance significativo que conduce a un declive en las tasas de mortalidad. Pero la publicación de este estudio es un recordatorio potente de que hará falta mucho trabajo para mejorar los resultados de los pacientes de cáncer de páncreas».
mayo 20/2014 (Medlineplus)

Rahib L, Smith BD, Aizenberg R, Rosenzweig AB, Fleshman JM, Matrisian LM.Projecting Cancer Incidence and Deaths to 2030: The Unexpected Burden of Thyroid, Liver, and Pancreas Cancers in the United States.Cancer Res. 2014 May 19.

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